La causa explotó a fines de octubre del año pasado, aunque la investigación comenzó mucho tiempo antes. La punta de iceberg fue un operativo realizado en una cochera subterránea de la avenida 9 de Julio, donde encontraron 114 kilos de cocaína oculta en el doble fondo de una camioneta.
Los detectives tenían el dato de que un envío importante de droga iba a concretarse el domingo 27 de octubre, en ocasión de las últimas elecciones legislativas y cuando la seguridad y los controles en las rutas suelen bajar significativamente.
El hallazgo de la droga obligó al juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina a ordenar una serie de operativos. Y Nordelta fue uno de los principales objetivos. Allí detuvieron a Jesús Antonio Yepes Gaviria (47), uno de los presuntos contactos del arquitecto Mosca, y a su esposa, Natalia Arias Celi (38). Tanto él como su mujer estaban en contacto permanente con otra familia del mismo origen y antecedentes por narcotráfico en Estados Unidos: Los Grajales.
John Eduard Martínez Grajales (38) sería el cabecilla de la otra célula familiar. Apodado “el Doctor” por sus conocimientos de medicina, vivía con su hermano Fabián Andrés –también detenido y socio en una empresa que representa a jugadores de fútbol (Football Group International SA)– y su madre en una lujosa casa del country Santa Catalina.
En total fueron detenidos ocho colombianos. Lo que se sospecha es que eran los encargados de desviar y administrar los ingresos en Argentina de al menos dos carteles de droga de Colombia, Los Urabeños y Los Machos, establecidos en el Valle de Cauca, donde casualmente la familia Grajales posee un reconocido viñedo.
De acuerdo con las fuentes, las reuniones en el país se llevaban a cabo en una iglesia evangélica ubicada sobre la calle Groussac al 2700, en General Pacheco, partido de Tigre.
David Andrés Acevedo Muñoz oficiaba como pastor del templo, que tenía horarios de misa y reuniones semanales. Los investigadores pudieron determinar el lugar a partir de las escuchas telefónicas incorporadas en la causa.
Según las fuentes, los colombianos habían encontrado un lugar seguro para definir la estrategia en los negocios narco. De hecho, tenían pensado comprar una casa para montar una nueva iglesia. A los detectives les llamó la atención que los colombianos buscaran un lugar donde pudieran tener un depósito en el primer piso. Lo que creen es que necesitaban un lugar seguro para almacenar la droga antes de enviarla al exterior.
Operativos en la ciudad pueblo
En Nordelta viven cerca de 30 mil personas e ingresan diariamente más de 15 mil a sus actividades laborales. Es una ciudad pueblo con barrios cerrados y abiertos, un centro médico, cinco colegios y cines.
En los últimos tiempos la captura de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, y supuesto jefe del cartel Los Urabeños en Nordelta ocupó los titulares de los diarios del mundo. Lo atraparon en diciembre de 2011. Actualmente se encuentra alojado en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
No fue el único. Allí también vivió Ruth Martínez Rodríguez, la ex esposa de Daniel “el Loco” Barrera Barrera, un capo narco colombiano. Ruth vivía en el barrio La Alameda. Llegó al país con los hijos que había tenido con Barrera. Pero poco después de instalarse se casó con un argentino, Ariel González, con quien tuvo otros hijos.
Otra huésped polémica fue María Claudia Gómez, ex mujer de Pedro “Cuchillo” Guerrero, un jefe colombiano asesinado en 2010, quien fue detenida en el marco de la operación Luis XV, en la que se confiscaron 280 kilos de cocaína.