POLICIA
la declaracion indagatoria

Pablo García dijo que no sabía si Rodas "estaba vivo o muerto"

El hijo de Eduardo Aliverti, que atropelló y mató a un ciclista, recordó parte del hecho. Según un psiquiatra su versión no es creíble.

Nuevo look. Pablo García abandonó ese estilo descuidado que lucía antes del accidente. En su primera aparición en público se lo vio más delgado, con el pelo corto, sin barba y con camisa.
| Cedoc

“¿Qué harías vos, qué harías vos o vos o vos?” Pablo García (31) levanta el dedo y apunta a cada uno de los periodistas que se agolparon en la puerta de su casa el jueves pasado. Señala porque se siente señalado. “Estoy tranquilo conmigo mismo”, dice. Sin embargo, tiene asistencia psicológica y psiquiátrica. Además, está medicado y el episodio profundizó el tratamiento que inició cuando falleció su madre. El hijo del periodista Eduardo Aliverti fue indagado ese mismo día por la fiscal Ana María Domínguez. “En su discurso hay incongruencias”, dictamina el perito psiquiatra Miguel Maldonado, que actuó  en los casos García Belsunce y Barreda,  y que analizó el documento para PERFIL.

Tras su declaración espontánea por escrito, la fiscal Domínguez quiso saber qué quería decir García cuando hablaba de haber entrado “en estado de shock”. El locutor respondió que sintió “un fuerte golpe en el pecho”, que cree “fue por el cuerpo de Rodas y no por el cinturón de seguridad que tenía puesto”. “Cuando termino de tomar conciencia de la situación no sabía si estaba viva o muerta (por la víctima), llego a pensar que lo mejor era no moverla”.

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Pablo García afirma que estaba en “estado de shock” y entiende que en un momento así “no hay lógica”. “Uno hace lo que le parece correcto”, justifica ante la fiscal que investiga el caso.

Para Maldonado, si bien el acusado dice “no acordarse de nada, pues ‘estuvo en shock’, en su relato (en cambio) parece acordarse de aquellos hechos que podrían favorecerlo. Curiosa es su definición del supuesto ‘shock’ sufrido: dice que en un momento así no hay lógica y uno hace lo que le parece correcto. Nada más alejado de lo que es un ‘shock’, pues un individuo aquejado por ese estado padece un intenso estado de conmoción psicosomática que le impide razonar correctamente, primando entonces los impulsos en la dirección de sus conductas”.

García recordó la posición exacta del cuerpo del ciclista al atropellarlo. También que “esa posición del cuerpo le impidió poder acceder a tomar su teléfono celular que lo tenía en su bolsillo y tampoco pudo hacer cambios”. E insistió: “No son recuerdos sino razonamientos posteriores”. Dijo que “no recuerda nada, sólo que quiso buscar ayuda”. Tampoco recuerda cómo llegó al hospital pero sí “que rompió en llanto”.

“Extraña manera de ‘razonar recordando’, cosa que por lo menos sorprende y permite afirmar que, cuando debe salir del libreto defensista armado por sus abogados, ingresa en el pantanoso terreno de la ambigüedad y las dicotomías”, señala el especialista.
A la vez, el hijo de Aliverti relata que el 17 de febrero “ingreso al acceso Panamericana a las 6 horas, a la altura de la bajada de la ruta 25”, que comienza “a circular por el carril de ingreso” y posteriormente se corre y circula por “el carril lento” y que iba “entre 65 y 75 km por hora”. Incluso detalla que sintió “el fresco de la mañana” y que el sol aún no había salido al momento del impacto. “Según recuerda, la visibilidad era baja, lo que quiere significar que no podía distinguir o divisar un objeto a más de 15 metros aproximadamente. Si no podía divisar a más de 15 metros de distancia, ¿cómo manejó los 16 kilómetros restantes”, se pregunta Maldonado.

Maldonado también habla del nuevo “look” del locutor que se mostró más delgado, sin barba y con camisa. “Lo han emprolijado con la falsa creencia de que aquello definirá la opinión de los especialistas que lo analicen o juzguen.”

“En su declaración, García aparenta una frialdad chocante. Está absolutamente preparado para parecer lo más inocente y humano posible. Sus respuestas no son creíbles”, analiza Maldonado.

“La víctima importa poco y él se pone en ese lugar. No quiere quedar estigmatizado ni quedar preso. No se hace cargo de lo que ocurrió porque no quiere admitir su culpa. Y termina echándole toda la culpa al pobre ciclista ‘que circuló por donde no debía circular’”, agrega el perito. Para Maldonado, “Pablo García no tuvo un estado de shock sino en estado de ebriedad”.

 

“Injusticia”

Llegó a su casa de Congreso en taxi. Eran las 19 del jueves. Antes de entrar, compró un bidón de agua y crema en el supermercado lindante tras haber sido indagado bajo la imputación de homicidio culposo. “Estoy bien”, dijo a PERFIL luego de descender del auto.

Pablo García habla de show mediático y cierto tipo de periodismo que persigue a su padre por “su ideología”. “No tengo bronca, tengo una sensación de injusticia”, dice. “Los camarógrafos pueden ver: ‘Asesino, asesino’ –dice señalando la pared de su casa–; ésos son métodos de escrache, métodos que se utilizan para genocidas que no se ajustan a derecho. Yo siempre estuve a derecho.”

También criticó el análisis de algunos medios sobre el video que muestra su llegada al peaje de la autopista Panamericana. “No sé por qué dicen que es un video clave. Yo podría haber estado el doble de tiempo y no bajé porque la Policía no me dejaba. Creo que hubo hostigamiento de los medios. Hace unos días vimos el accidente de Bárbara Durand y no tuvo tanta repercusión como mi caso”, entendió.

 

A contramano chocó y mató

Un hombre que condujo su vehículo a contramano en el barrio porteño de Floresta, a más de 100 kilómetros por hora, embistió a dos mujeres, una de las cuales murió poco después.

La víctima fatal tenía 29 años. Los vecinos aseguraron que el vehículo circulaba a contramano por la calle Tres Arroyos y, tras chocar contra otro vehículo, embistió a las dos jóvenes en el cruce con Boyacá.

El conductor se quedó dentro de su auto esperando el arribo de la Policía. Según sus primeras palabras, dijo que perdió el control de su coche porque sufrió un shock hipoglucémico.

Los vecinos denunciaron, en cambio, que el conductor, tras matar a la joven, hizo una llamada desde su celular.

Los padres de la joven herida dijeron que está “emocionalmente destruida” por la tragedia que debió sortear con la muerte de su amiga. “No se trata de un accidente, es una locura, era un domingo a la mañana, este hombre es un criminal”, dijo el padre de la joven.