POLICIA
Hay seis detenidos

Pistas, dudas y dos hipótesis en el ataque frente al Congreso

La principal teoría apunta a una relación prohibida entre el asesor del diputado nacional y la hija del hombre que conducía el auto. Para los investigadores, el caso está esclarecido y solo resta saber los roles.

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Presos. El Gitano Fernández conducía el auto desde el que partieron los disparos. Fue capturado en Entre Ríos. Izq.: con su hija Estefanía, también detenida. | cedoc

¿Un romance secreto, el rumor de un embarazo y una sentencia de muerte? Ni sicarios contratados ni mafias que atentan contra la democracia. Para los investigadores, el móvil del ataque a tiros contra el diputado nacional Héctor Olivares (61) y su asesor Miguel Marcelo Yadón (58) sería algo más lineal: una burda venganza por una cuestión de índole privada.

Según los detectives, los principales sospechosos están todos presos. Para ellos, solo resta determinar el rol de cada uno. Son seis: Juan Jesús Fernández (42), alias “el Gitano”; Juan José Navarro Cádiz (25), alias “el Cebolla”; Luis Cano (65); Rafael de la Santísima Trinidad Cano Carmona (50); Miguel Navarro Fernández (55) y Estefanía Fernández Cano (24).

El Gitano sería el hombre que baja primero del Volkswagen Vento desde el que provienen los disparos que matan a Yadón y hieren de gravedad a Olivares, el jueves pasado a las 6 de la mañana en la Plaza de los Dos Congresos. Es el padre de Estefanía, una joven que cobró relevancia en la causa a partir de su detención.

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Según los datos aportados por los testigos, esta joven habría mantenido una relación sentimental con Yadón, el asistente del diputado radical y también funcionario (era el coordinador del Fondo Fiduciario del Transporte Eléctrico del gobierno de La Rioja).

Estefanía está casada con un guitarrista flamenco. Tiene dos hijos. Para su familia –de origen gitano–, este amorío habría significado una traición. Y en esta comunidad, la felonía –dicen– se paga con sangre. Jesús Fernández habría respetado ese mandato. “Lo voy a matar”, aseguran que habría jurado en una reunión familiar que se llevó a cabo en un pool de la zona, pocas horas antes del crimen.

Ramiro Rúa, abogado defensor de la familia gitana, esbozó ayer una teoría completamente opuesta a la versión oficial: “Estefanía no conoció jamás a Yadón. No se trata de un homicidio por cuestión de género, ni de amantes. No lo conoce ni tuvo relación. Tampoco tuvo relación el padre ni con su hermano ni con las otras personas que están detenidas. Y no está embarazada”.

Si efectivamente la joven no conocía a la víctima fatal como asegura el letrado, el análisis de los teléfonos celulares y correos electrónicos de los involucrados será determinante para saber si los principales involucrados mienten.  Según esta teoría, los acusados se habrían confundido de blanco.  

Lo que sí está fuera de discusión es que Fernández es el hombre que maneja el VW Vento. En el video está claro que el tirador espera el paso del asesor y que apenas aparece frente a ellos gatilla sin pensar en el daño colateral. Por eso, termina hiriendo a Olivares.

A decir verdad, el Gitano no parece un hombre astuto. Además de utilizar su propio auto en una zona repleta de cámaras de seguridad y guardarlo en un garaje cercano donde lo deja siempre, se le ocurrió escapar a Entre Ríos, un día después de una espectacular fuga de presos en Rosario. Los controles en los principales accesos a la provincia habían sido reforzados por ese motivo. Fernández viajaba como acompañante en un viejo Renault 19 que conducía Miguel Navarro, el padre de Juan José Navarro Cádiz, el supuesto tirador. En el auto, y probablemente para despistar, también iba un nene de 7 años, hijo del conductor.

Según fuentes policiales, el vehículo fue interceptado a las 8.40 en la ciudad de Concepción del Uruguay, en la calle Bruno entre el puente de la Escuela Goretti y 26 del Oeste. Los dos ocupantes se arrodillaron frente a un árbol con las manos esposadas. Habían perdido.

Casi a la misma hora fue detenida Estefanía, acusada de encubrir a su padre. Se cree que el Gitano pasó por su casa después de dejar el Vento en el estacionamiento.

A la madrugada apresaron a Luis Cano (65), otro integrante del clan familiar. Al igual que en el caso de Estefanía, sospechan que habría protegido a uno de los acusados. Lo arrestaron en un departamento de la avenida Rivadavia al 1600, frente a la Plaza de los Dos Congresos.

Rafael Cano Carmona, cuñado del dueño del auto, fue el primero en caer. No está clara su participación. En el vehículo involucrado encontraron una cédula azul a su nombre.

¿Quién tiró? Todo indica que se trataría de Juanjo Navarro, el Cebolla, uno de los seis detenidos. Este joven de 25 años sería el otro ocupante del auto involucrado. Y el que aparece en otra de las cámaras de seguridad descartando los casquillos a unos metros de la escena del delito.

“Fue un crimen por códigos de sangre, mal llamados códigos de honor”, entendió ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y advirtió: “De no haberse resuelto rápidamente habría causado una crisis muy profunda de carácter político, porque hay un diputado herido”.

Si bien todavía existen dudas acerca del móvil, los investigadores coinciden en que el caso está cerrado. Sin dudas, no se trató de un ataque premeditado. Detrás no hay una mafia ni un atentado contra la democracia.

“Grave y con riesgo de vida”

El diputado nacional Héctor Olivares, baleado en la Plaza de los dos Congresos, pasó las primeras 24 horas de internación y su estado de salud continúa siendo “grave” y con “riesgo de vida”. En el ataque murió su asesor Miguel Yadón.

El subdirector del hospital Ramos Mejía, Pablo Rossini, informó que Olivares cursó “ el primer día posterior a su cirugía” y que “gracias al esfuerzo de los médicos se pudo mantener una presión arterial adecuada”.

“En este momento está cursando un compromiso en la función renal”, por lo que “se está iniciando una hemodiálisis para tratar de sacar el exceso de líquido y la carga nitrogenada que pueda tener”, explicó el médico, quien dijo que una vez que esté estabilizado se evaluará someterlo a una nueva cirugía.

“Sigue grave, su estado es crítico, con riesgo de vida”, añadió Rossini.

“Está en asistencia respiratoria mecánica, y la función hemodinámica está reemplazada por las drogas vasoactivas que está recibiendo. Ahora reemplazamos la función renal con diálisis, y el hecho de que estemos suplementando tres sistemas tan importantes con métodos artificiales nos habla de lo crítico de su estado”, detalló Rossini.