El pedófilo busca acercarse a sus potenciales víctimas halagándolas, ganando su confianza y utilizando códigos propios de los menores. El profesor de fútbol infantil que fue detenido esta semana en Lomas de Zamora reunía los prototipos del típico pederasta que navega por las redes sociales para satisfacer su costado perverso. Había creado tres perfiles falsos en Facebook para contactarse con nenas de entre 9 y 13 años, pero también tenía su cuenta personal, con su nombre real, y donde publicaba las fotos con los chicos a los que dirigía.
Pileta, bikinis, nenas. Esos son los rasgos distintivos que presentan las fotos que eligió Flavio Landriel para la creación de los dos perfiles femeninos que utilizaba para acercarse virtualmente a otras nenas. Según informó en conferencia de prensa el ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, Landriel (39) utilizaba tres cuentas de Facebook: dos femeninas (Yolanda Merino y Cecilia Soldaro) y uno masculino (Ale Rossi).
Con esas cuentas sumó muchos amigos y comenzó a interactuar con ellos buscando fines sexuales.
En su verdadero perfil de Facebook –que el jueves pasado fue eliminado de la red– sobresalen fotos y comentarios sobre los nenes de fútbol infantil que entrenaba en el Club Laprida de Lomas de Zamora. En ellas enumera los logros de los chicos, recibe comentarios de aprobación de los padres y exhibe su labor como DT amateur. “Mi mayor logro es que todos los días por la calle esos chicos que durante 23 años pasaron y pasan por mí me saludan. Eso quiere decir que no fracasé”, dice sobre su profesión.
Caras. La licenciada en criminología Olga Fernández Chávez destaca que todos los perfiles que inventó Landriel presentan “poca información personal”. “No publica fecha de nacimiento, lugar de residencia ni dónde estudia. Además, no tienen contactos directos relacionados como padres, hermanos, compañeros de colegio. Por otro lado, en los perfiles femeninos se detecta que comparte la característica de tener como contactos sólo niñas de cierta edad y aspectos caracterológicos comunes”, asegura a PERFIL.
Todos los contactos son nenas de entre 9 y 13 años aproximadamente. “El 99% de ellos tienen fotos sexies o autofotos como imagen de perfil, lo que atrae a este tipo de personalidades”, afirma Cristian Borghello, especialista en informática.
En los perfiles falsos hay interacción entre los contactos. El acoso y control se realiza por mensaje privado. “Mi hija tiene Facebook pero su contraseña es vox pópuli. En diciembre entré y vi que hacía tres días que hablaba con una nena que le decía que ella se metía a la pileta con sus amiguitas sin ropa y le insinuaba que mi hija hiciera lo mismo”, cuenta a este diario Lorena, mamá de una nena de 10 años que también estaba en la mira de este pedófilo. “Hicimos la denuncia y empecé a interactuar con él haciéndome pasar por mi nena. El llegó a enviarme fotos ‘suyas’, supuestamente, sin ropa y me decía que hiciera lo mismo”, se alarma.
“Estas personas conocen los códigos de los nenes, los analizan y actúan como tales, por ejemplo, ‘Cecilia’ tiene en su perfil que ‘trabaja en me gusta’, una alteración de la información que es común en los perfiles de los menores. Esta persona dejó su perfil público para generar confianza a quien pudiera agregarlo y para que vean sus fotos con la idea de ‘hago lo mismo que vos’”, detalla Borghello.
Según otra especialista, el pedófilo ve al niño como un objeto sexual y tiene fantasías con él. “El grooming consiste en un método de apropiación de la víctima apoyado en una red social donde existe un modus operandi casi perfecto porque el agresor puede ocultar su verdadera identidad, crear un perfil falso de alguien que el chico admire o de algún par y tener un escape efectivo al cerrar la cuenta”, detalla la perfiladora criminal María Laura Quiñones Urquiza.
En Facebook, el 47% de las personas acepta a sus amistades sin conocerlo en la vida real, según un estudio de 2010 realizado por Segu Info. Y da cuenta de esto la lista de amigos de la víctima que denunció y dio a luz este caso. Entre sus 1.150 amigos figuran los tres perfiles falsos del pedófilo.
La estrategia de Casal
El gobierno de Daniel Scioli logró, por unas horas, revertir la atención de los medios sobre los casos de inseguridad en la provincia de Buenos Aires. Fue cuando el propio ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, captó la atención con un anuncio, en conferencia de prensa y con todas las cámaras de televisión encendidas, sobre la detención del profesor de fútbol infantil.
Lejos de cambiar la política de seguridad que volvió a ser cuestionada por el kirchnerismo tras los asesinatos y la pueblada en Junín, Daniel Scioli le pidió a Casal que levante el perfil y tenga una agenda pública intensa.
En medio de la campaña electoral, donde la disputa con el kirchnerismo podría crecer, el ministro del área más cuestionada deberá centrar su agenda en la política de desarme y la lucha contra las drogas. Scioli no sólo deberá afrontar los embates del Gobierno nacional, sino que también ahora los intendentes están dispuestos a señalar al gobernador como el máximo responsable en caso de que en sus distritos el clima social se vuelva tenso.
Una ley contra el ‘Grooming’
Sebastian Bortnik*
El grooming es el contacto de un adulto con un menor a través de internet (u otra tecnología) con el ánimo de generar acciones de índole sexual. Por lo general, es la instancia preparatoria hacia situaciones peores como la publicación de contenidos pedófilos o incluso el encuentro físico y sexual con menores de edad.
La tecnología ha propiciado la ejecución de estas acciones por la facilidad que encuentran los pedófilos para comunicarse con los niños sin exposición física y con identidad falsa (comúnmente haciéndose pasar por otro niño).
En este contexto creemos sumamente necesaria la inclusión en nuestro Código Penal del delito de la práctica de grooming. De este modo evitaríamos la necesidad de llegar a un hecho delictivo más grave para poder realizar la denuncia ante la Justicia. Existe un proyecto de ley, que fue presentado por los senadores Carlos Alberto Verna y María de los Angeles Higonet, que establece penas de entre seis meses y seis años de prisión. En sus fundamentos cita la existencia de regulaciones similares en países como Alemania, Canadá, Reino Unido y España. Dicho proyecto tiene media sanción del Senado desde noviembre de 2011, pero en noviembre de este año caducará a menos que Diputados dicte la media sanción restante.
*Presidente de la ONG Argentina Cibersegura y gerente de Educación y Servicios ESET Latinoamérica.