La masacre en Necochea conmocionó a todos. El hecho de que un hombre, identificado como Roberto Daniel Vecino, que trabajaba como sereno en el cementerio municipal asesinara a machetazos y cuchilladas a tres de sus hijos, a su ex mujer y a un vecino que quiso pararlo, para luego suicidarse, sorprendió a casi todos en el barrio –incluído a quienes creían conocerlo–.
Diferente fue la situación para Daniela Vecino, hija del agresor, quien no dudo en revelar que su padre era un hombre violento. Su carácter y sus agresiones en el seno familiar habían provocado que la joven se fuera de su casa a los 16 años, explicó en diálogo con C5N. Cuando intentó denunciarlo, su padre lo impidió y "la sacó a los pelos" de la comisaria.
Vecino era un hombre violento que pegaba habitualmente a sus hijos con una manguera a punto tal que, según la hija, su madre "le tenía terror". "No pasó esto antes no sé por qué. Me despegué, me junté con el padre de mis hijos y me fui. Mis hermanas siempre volvieron", lamentó Daniela.
Sin embargo, los vecinos y amigos del asesino parecen desconocer el costado agresivo que tenía el hombre. "Se lo veía como un buen hombre”, explicaron a Perfil.com. Aunque sus compañeros de trabajo confiaron a diferentes medios que era llamativo las bromas que realizaba en cementerio en el que trabaja y donde solía pinchar cadáveres con un alambre para hacer chistes algo negros y espantar a sus pares.
El protagonista de esta brutal masacre tenía 57 años. Era dueño de un pequeño criadero de canarios y delegado de ACUNQ, la asociación de entusiastas de las aves en Necochea y Quequén. También trabajaba como filetero.
Ya considerado en el barrio como el "nuevo Barrera" –en relación al popular caso del odontólogo Ricardo Barreda, que mató a escopetazos a la esposa, sus dos hijas y a su suegra– asesinó a Marta Curuchet (52), mujer de la que estaba separado hace años pero con quien siempre intentaba recomponer su relación y sus hijos Roberto (24), Rosa (22) y Etelvina (19). Al listado, se suma a un hombre que intentó evitar la tragedia, reconocido como Horacio Córdoba (70), que también fue degollado por Vecino.
Quien se salvo de la tragedia, además de Daniela, fue el hijo de 10 años de Curutchet y Vecino por estar en el colegio al momento en que se desataba la tragedia en la vivienda situada en el cruce de la avenida 98 y la calle 63, del barrio FoNaVi.
Con 1,98 metros de estatura, Vecino pudo reducir a sus víctimas facilmente y para degollarlas sin piedad. Primero le quitó la vida a su pareja dentro de su domicilio y luego a sus hijas en casa de su madre, al lado. Su hijo intentó escapar pero su padre lo atrapó y lo degolló también. Segundos después ocurriría lo mismo con Córdoba.
Mirta Ciancio, la fiscal del caso, explicó que Pablo Luis Curutchet, cuñado del agresor, fue testigo de una discusión entre Vecino y su pareja y luego vio como se atacó a sus hijas. "El cuñado pudo salir del lugar y llegar a casa de un vecino" desde donde llamó a la policía.
Vecino fue capturado por efectivos que habían sido alertados por el llamado al 911. Sin embargo, logró escapar tras un forcejeo para luego ahorcarse en la misma habitación donde mató a su pareja. De este modo, dio inicio a una tragedia que marcará por siempre a los habitantes de Necochea, en uno de los episodios más violentos que viveron en los últimos tiempos.
* De la redacción de Perfil.com | Twitter: @hernangsoto
