POLICIA
Está prófugo

Quién es Abel Guzmán, el colorista que le disparó y mató a su colega en una peluquería de Recoleta

Sus compañeros contaron que "no venía bien" desde hacía un tiempo. Lo percibían más callado de lo normal.

Abel Guzmán, el colorista que ejecutó a su compañero de trabajo en la peluquería de Recoleta
Abel Guzmán, el colorista que ejecutó a su compañero de trabajo en la peluquería de Recoleta | Imagen de Internet

Sigue prófugo el coloristaLuis Abel "Abelo" Guzmán de 43 años que asesinó de un disparó a la cabeza a su compañero de trabajo Germán Medina, de 33. Ambos trabajaban en la peluquería de Facundo Verdini, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, en la calle Beruti al 3000. Es intensamente buscado por la justicia y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. 

La escalofriante escena del asesinato quedó captada por la cámara de vigilancia. En el cuadro de la imagen se puede ver a los empleados, que luego de la jornada laboral estaban conversando. Todo sucede muy rápido. Se visualizan cinco personas, entre ellas el dueño de la peluquería, Facundo Verdini, la inminente víctima de homicidio Germán Medina y el homicida Abel Guzmán. 

Imagen de cámara de seguridad de peluquería en Recoleta

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De forma repentina, y sin que nadie lo pudiera advertir, Guzmán saca un arma de sus pantalones y comienza a moverse nervioso. Acto seguido, le apunta a su compañero y dispara. Luego, el cuerpo inerte de Medina cae de costado. El asesino desaparece y el silencio de la cámara sin audio no logra captar lo que probablemente hayan sido un momento de histeria entre los presentes. 

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Abel Guzmán y los roces con su compañero

Según el relato recolectado por la policía de los testigos del hecho, el dueño Verdini llegó al local, como era su costumbre, para conversar un poco con sus empleados, con el objetivo de trabajar sobre los vínculos. Se conocía que existían "roces" entre Medina y Guzmán. Se dice que tenían problemas de "ego" y que habían sucedido algún que otro "robo de clientes" que habría desatado el malestar entre ambos. 

Según sus compañeros de trabajo, Abel "no venía bien" desde hacía un tiempo. Tenía conductas que hacían sospechar que algo le sucedía. Para empezar notaron un cambió drástico en su look. Se había rapado el cabello al ras y mostraba una actitud taciturna. Estaba más callado de lo normal. 

En un video de diciembre del año pasado, publicado en redes sociales, se lo veía haciendo catarsis con una clienta. "Vivimos sufriendo, renegando. Nos traumamos juntos. Somos los traumados", decía, con un dejo de ironía. "Mírame la cara, siempre feliz", le decía a la cámara.

En sus redes sociales se mostraba alegre, disfrutando de mostrar sus trabajos de colorista. 

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Retraído y solitario 

"De Abel se dice que es una persona tranquila, más bien retraída y solitaria", dijo el abogado de Verdini, Cristian Benítez, en TN. “Hay cuestiones que no se entienden. Por más discusión que hubiera habido, no es la forma. Entiendo que pudo existir otra situación. Ambos son trabajadores”.   

Se sabía que ambos mantenían una rivalidad basada en el hecho de ser coloristas del mismo lugar, compitiendo en el ámbito profesional. Sin embargo, los testigos no pueden encontrar ningún indicio que justifique que la situación haya escalado como lo hizo, según opina el abogado

La jornada laboral se había desarrollado con total normalidad. Previo al disparo, no había habido peleas, roces ni discusiones de ningún tipo. Todo era normal, hasta que dejó de serlo.

 

JPO/lt