"Nico" tiene 35 años, un bebé recién nacido, un trabajo estable como encargado de un edificio del barrio porteño de Villa Luro y un ingreso ilegal que la Justicia está investigando: lo acusan de vender drogas sintéticas, cocaína y marihuana, y hasta de prestar armas de fuego.
Como el chofer de Roberto Baratta, el encargado tenía un registro de las dosis que comercializaba y el dinero que recibía a cambio. "Se lleva cien PP y paga cinco mil pesos", se lee en una de las páginas. "En la jerga PP es uno de los logotipos que se le imprime a las pastillas de éxtasis", explica uno de los investigadores.
Según las fuentes, el acusado llevaba la "contabilidad" de su negocio. Anotaba todo. Desde lo que vendía hasta lo que compraba. En el cuaderno, por ejemplo, figuraba una operación de 4 mil pastillas por un pago de 320 mil pesos.
"Nico" vivía y administraba un edificio ubicado en la calle Basualdo al 550, en el barrio de Villa Luro, a cuatro cuadras de la comisaría porteña 10C. Lo sorprendieron en la calle cuando presuntamente realizaba un pasamanos con el conductor de una camioneta.
Personal de la División de Precursores Químicos de la Policía de la Ciudad, a cargo del comisario Marcelo Fiori, lo detuvo en la puerta. "Pensé que me venían a buscar por las cosas que hago con las armas", le dijo a los agentes desligándose del tema de las drogas.
Dos horas después la Justicia ordenó allanar su domicilio. Allí se descubrió que tenía pastillas de distintos tipos y colores. En total hallaron 92 dosis de éxtasis de tres “marcas” diferentes: “Osito”, “Donald Trump” y “Poseidón”.
Según fuentes del caso se incautaron de "15 micropuntos en forma de estrella, un tipo de ácido lisérgico con alto poder alucinógeno, que en caso de ser fraccionada para la venta puede equivaler a 75 dosis de LSD". Por si fuera poco hallaron una piedra de cristal de seis gramos, la dosis de éxtasis con mayor concentración de MDMA (metilendioximetanfetamina) y más alto valor en el mercado.
"Nico" no solo está acusado de vender drogas: también se investiga si alquilaba o vendía armas de fuego. Este dato también surgió del cuaderno. En el departamento allanado secuestraron una escopeta simple de caño calibre 28 que estaba escondida en el olivino, junto a los juguetes y el cochecito del bebé. También encontraron 16 cartuchos de escopeta 14.75, 20 cartuchos de Fal 7.73 y una bolsa de plástico con nueve proyectiles de plomo "desnudo", que podría ser utilizado para recargar vainas servidas.
La mujer del portero, que no estaba en el departamento cuando la Policía derribó la puerta con un ariete, explicó que su marido es gestor en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC). De acuerdo a los voceros, cuando llegó al lugar mostró las licencias y aseguró que también administraba la compraventa de material controlado. "Todo esto es materia de investigación para la Justicia", se indicó desde la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Por lo pronto, "Nico" fue detenido y puesto a disposición del Fuero Penal y Contravencional de Faltas y fiscalía N° 26, a cargo de Luis Arnudo.
L.N/D.S.