La aparición del falso asesino de Guadalupe Lucero, un hombre con antecedentes psiquiátricos que esta semana aseguró haber matado a la nena de 5 años, puso nuevamente en agenda el caso de la niña desaparecida hace más de un año en San Luis. Desestimada esta disparatada versión, los investigadores del caso realizaron en los últimos días una reconstrucción de las horas previas a la desaparición.
Los investigadores se concentraron en la denominada zona cero del barrio 544 viviendas de la capital puntana, donde el 14 de junio del año pasado la niña fue vista por última vez. De acuerdo a las fuentes, las tareas se llevaron a cabo esta semana –entre el martes 28 y el jueves 30– en tres etapas: una de preparación y planificación, otra de trabajo en el terreno y la restante de análisis.
Más de cien vecinos y familiares de la víctima fueron entrevistados por el equipo fiscal conformado por Luis Rachid (a cargo de la Fiscalía Federal de San Luis), Leonel Gómez Barbella (fiscal federal), y Alejandra Mángano y Marcelo Colombo (de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas –Protex–) en la etapa preparatoria.
Según precisó el sitio fiscales.gob.ar, “se analizaron las comunicaciones en la zona, los registros de las antenas de las distintas compañías de telefonía y se sistematizó la información recopilada en el caso en una matriz de gestión diseñada y administrada por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (DAJuDeCO)”.
En el lugar donde Guadalupe desapareció, los fiscales convocaron a la División Pericial Multidisciplinaria de la Gendarmería, a cargo del segundo comandante jefe Matías Vecchio. Allí realizaron una planimetría del lugar, tomaron vistas fotográficas de los lugares de interés, filmaron los distintos escenarios y la totalidad del trabajo desarrollado y obtuvieron vistas áreas de la zona. También tomaron mediciones para hacer luego análisis de laboratorio.
Otras veinte personas, entre vecinos, familiares y los niños que estaban presentes al momento de la desaparición de la niña, también participaron de la reconstrucción. Los voceros señalaron que se recrearon esos momentos y se generó interacción entre los distintos testigos que presenciaron una misma escena de modo de poder alcanzar mayores precisiones sobre sus dichos.
Los fiscales que participaron del operativo se mostraron conformes con las tareas realizadas y dijeron que alcanzaron “los objetivos propuestos” y agradecieron “la cooperación de los testigos convocados”, que permitió la recreación de las situaciones propuestas. Además, destacaron los esfuerzos de actuación coordinada entre las fuerzas de seguridad federales –GNA y PFA– así como de la policía de la provincia de San Luis.
Respecto a la situación del joven de 26 años que esta semana se presentó en una comisaría y confesó haber matado y enterrada a la nena, los voceros indicaron que peritos de la Policía Federal allanaron su casa, ubicada en el barrio Los Aromos de San Luis. Según las fuentes, realizaron pruebas con luminol y buscaron otros indicios, pero no obtuvieron ningún dato relevante para la investigación.
Los investigadores destacaron que los peritajes realizados en el teléfono celular del supuesto asesino descartan su presencia en el barrio donde desapareció Guadalupe y también que ese día se haya movilizado hasta la localidad de Potrero de los Funes, por lo que sus dichos perdieron fuerza. A eso se le suma un cuadro de esquizofrenia y antecedentes por otras denuncias falsas.
