Carlos Eduardo Robledo Puch (68) sabe que nunca podrá salir de la cárcel. Lleva más de 48 años encerrado y hace rato que es el preso con más años de todo el país. Ya ni siquiera se esfuerza por pedir una excarcelación porque sistemáticamente se la niegan. Lo que exige ahora es que lo maten porque está cansado de sus problemas de salud.
El máximo asesino de la historia argentina está detenido en la Unidad 26 de Olmos, en el partido de La Plata. En una entrevista telefónica con el periodista Alejandro Salamone habló de sus padecimientos y su deseo de morir en la cárcel lo antes posible.
"A la noche me ahogo por el reflujo, me orino, apenas puedo mantenerme en pie porque mis piernitas no dan más. No estoy pidiendo una reparación por el daño que me han hecho teniéndome injustamente en la cárcel 48 años, me robaron mi vida a los 20, sino que suplico me apliquen una inyección letal como hicieron con Eva Perón cuando no daba más del dolor...¿usted sabe eso?, pocos lo saben, a Evita no la dejaron sufrir más, le aplicaron una inyección de mucha morfina para que deje de sufrir y yo quiero lo mismo porque no me van a dar un arma para que me pegue un tiro en el corazón como hizo Favaloro, así no se sufre nada", explica El Angel de la Muerte, en la entrevista que publica el sitio El Editor Platense.
También pide que lo lleven a una clínica: "Total nadie se tiene que enterar. Que me lleven y me apliquen una inyección señor, estoy suplicando por el amor de Dios que hagan eso, no doy más, me queda poco tiempo..."
"No quiero morir en medio de un sufrimiento espantoso, me resfrío con facilidad, me ahogo, morir asfixiado es tremendo. Tengo pavor. Yo ni siquiera usaba armas para robar. En 48 años de cárcel solamente tengo dos partes por agarrarme a trompadas siendo que los presos se matan todos los días. A mí en Sierra Chica me quería todo el mundo", asegura.
Robledo Puch está preso desde 1972 por haber cometido al menos once asesinatos, entre otros delitos. En la entrevista habla de su historia y sus crímenes. En un pasaje insiste con su inocencia respecto a los asesinatos cometidos y dice que no lastimó "a nadie".
Una vida tras las rejas: Robledo Puch cumple 48 años en prisión
"Yo tengo una causa de cuando tenía 15 años por vaciamiento de joyerías y relojerías y hurto automotor. Yo empecé a robar de chico. En ese entonces, mi papá era uno de los colaboradores más jóvenes de Perón. Es cierto, yo era ladrón pero no asesino", afirma.
"Quienes mataban -agrega- eran los Ibañez y por la corrupción de este país, por 50 millones de pesos ley que puso Jorge Ibañez, compraron al subcomisario de Tigre de aquel entonces para que no se sepa el verdadero autor de esos crímenes y me dejaron preso a mí. Yo sólo robaba para ayudar a los pobres. ¿Usted sabe?, mis padres no podían comprarme libros y lo primero que robé en mi vida fue una colección de libros entre los que estaba la historia de Robin Hood".
Los Ibañez fueron sus primeros secuaces, su amigo Jorge Antonio murió en un accidente de auto en el que Puch se vio involucrado y luego otro secuaz suyo, Héctor Somoza fue asesinado, según la Justicia, por el propio Puch mientras estaban en pleno robo en una joyería: "Florencio Simón Ibañez, él fue quien mató a Somoza. A mi me contaron los presos que estaban en la comisaría cuando me detuvieron en el año 1972 que Florencio le dijo a su padre que iba a contar todo y Jorge Ibañez (padre) se cortó las arterias para que lo lleven al hospital...Yo nunca lastimé ni maté a nadie, pero en este país la justicia no existe".
Los presos eternos: llevan más de 25 años encerrados con pocas chances de salir
Sobre la película "El Angel", dirigida por Luis Ortega y protagonizada por Lorenzo Ferro, aseguró que "es toda una farsa. Me muestran bailando, a mí no me gusta bailar. Sí se tocar el piano pero ahora ya no puedo porque tengo lastimadas las manos. Pero los que hicieron esta película no saben nada de mi vida, ni nadie sabe nada de mi vida. Por eso estoy contando ahora toda mi verdad".
Robledo Puch es consciente que ningún juez lo dejará salir porque todos creen que es un peligro para la sociedad, pero revela que antes de que asumiera Néstor Kirchner estuvo a punto de recuperar la libertad: "Yo tuve oportunidad de salir pero cuando asumió Néstor Kirchner pasaron mi causa de la Sala 2 de la Cámara de Apelación de San Isidro a la Sala 1, lo hicieron para evitar que me dieran la libertad que había pedido después de cumplir mi condena. Yo soy peronista, pero los Kirchner no lo son, son traidores a la patria, eso hay que decirlo con todas las letras. Mire yo no le deseo el mal a nadie, pero hay cosas muy injustas que son intolerables".
LN