La impericia del ladrón que manejaba el auto acortó una persecución policial que había comenzado unas pocas cuadras antes, después de un audaz asalto a una joyería de San Miguel. Es que el conductor de un Peugeot 307 siguió de largo en una esquina y terminó estrellándose con el parante del techo de un garaje. Al violento e inesperado choque, le siguieron los disparos y una corrida desesperada para evitar los balazos y la detención.
El video de la persecución por las calles de San Miguel muestra la parte de una historia que casi nunca se ve: cómo los policías que viajan en el móvil inician el seguimiento, reportan las novedades y disparan cuando sienten que su vida está en peligro.
Los efectivos iniciaron el seguimiento del coche a partir de una alerta que llegó al Centro de Operaciones Municipal (COM). Lo hicieron por intermedio del sistema "Ojos en Alerta", que es un programa de seguridad que conecta a los vecinos con el COM a través de WhatsApp, y que sirve para alertar de forma inmediata hechos delictivos o accidentes.
Minutos antes, y según fuentes policiales, tres delincuentes armados habían asaltado una joyería ubicada en la calle Paunero al 1600. Entre otras cosas, robaron relojes, cadenas, anillos y aros de oro, bijouterie y hasta los teléfonos celulares de dos de sus víctimas.
El atraco duró unos pocos segundos y los autores escaparon en un Peugeot 307 gris, que los esperaba a unos pocos metros. En base a los datos que aportaron los vecinos, un móvil policial logró ubicar el coche e inició de inmediato la persecución.
En la esquina de Defensa y Tomás Edison, el coche se estrella contra el parante del techo de una garaje. Pero los delincuentes no se entregan fácilmente. El que viajaba como acompañante sale empuñando un arma, pero retrocede cuando uno de los efectivos comienza a disparar. Se escuchan una, dos y hasta tres detonaciones que impactan en el parante trasero del Peugeot 307.
Uno de ellos, de nacionalidad uruguaya e identificado como Pablo Martín Del Río (38), es detenido en el lugar: hacía siete años que estaba prófugo de la Justicia.
Los otros tres escaparon corriendo, pero dos terminaron arrestados. Se trata de Juan Ramón Segovia (35) y Cristian Andrés Britos (34), quienes también poseen antecedentes y pedido de detención desde 2011 por un robo calificado. El restante integrante logró escapar y era intensamente buscado por la policía.
De acuerdo a las fuentes, el interior del Peugeot 307 se incautaron una pistola Bersa Thunder 9 milímetros, que le habían robado a un comisario en el año 2017; 21 dijes, anillos y aros de oro, 28 relojes, 13 cadenas y 18 pulseras de oro y tres celulares, entre otras cosas.
LN
