El presunto jefe de la secta de Villa Crespo no está preso y su situación difícilmente cambie en los próximos días, pese a que este jueves 8 de septiembre fue procesado por varios delitos, entre ellos asociación ilícita, trata de personas y lavado de activos.
Las pruebas contra Juan Percowicz abundan, pero su edad –tiene 84 años– es una carta fuerte que tiene para evitar ir a una cárcel común. Por lo pronto, permanece detenido bajo arresto domiciliario desde el 30 de agosto pasado en un departamento del barrio porteño de Colegiales, ubicado en la calle Amenábar al 1500.
Allí, curiosamente, se guardaban los videos de los encuentros sexuales que organizaba la Escuela de Yoga Buenos Aires y el registro de todas las personas que ingresaban al edificio de la Avenida Estado de Israel, una de las principales sedes de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.
Geishado y Ghostbusters. Según la investigación, “la organización contaba con distintos grupos de mujeres que eran obligadas a mantener relaciones a cambio de dinero”.
Uno de ellos, denominado “Geishado Vip”, respondía a las órdenes de Susana Mendelievich, alias “Mendy”, otra acusada que recibió el mismo beneficio que el supuesto líder.
“En ‘Geishado Vip’ también cumplían funciones Marcela Argüello y Adriana Ruth González, alias ‘Cosmito’, quienes seleccionan y controlan a las alumnas que eran explotadas sexualmente”, se indica en el expediente. También figura Daniel Trepat Fryd, quien aparentemente se encargaba de cuidar y trasladar a las “alumnas” para que mantuvieran sus encuentros sexuales.
Estos datos fueron aportados en la causa por siete víctimas que declararon haber sido sexualmente explotadas e incorporadas a la organización por sus familias cuando “eran niñas o adolescentes”.
“La explotación sexual tenía lugar principalmente en la sede central de la organización –en Avenida Estado de Israel 4457-. En el marco del allanamiento de este inmueble se halló en su noveno piso el denominado ‘Museo’, que constaba de un departamento con características similares a las de un hotel alojamiento”, detalla el escrito al que tuvo acceso PERFIL.
Según se sospecha, la organización también explotaba sexualmente a sus alumnas en domicilios de las calles Paraguay 930, piso 7, Corrientes 4924, piso 6, “24”; “C”, y Coronel Díaz 1450, piso 2, “C”, y en hoteles de la Ciudad de Buenos Aires.
“Los encuentros suponían una práctica de esclavitud sexual en tanto las ‘alumnas’ se encontraban a disposición de los clientes en el momento y lugar que ellos dispusieran durante largos períodos de tiempo”, entiende el fiscal Stornelli.
Otro grupo identificado en la causa es el de “las Ghostbusters”, quienes aparentemente oficiaban “ceremoniales” en los encuentros sexuales y aconsejaban a las alumnas a partir de su experiencia como “geishas”. También se encargaban de repartir los bienes muebles de los alumnos que fallecían. Este grupo –según la investigación– sería controlado por Georgina Ivonne Hirschfeld, conocida como “Petu” o “Petunia”.
De acuerdo con la causa, los encuentros sexuales y los ingresos al edificio de la calle Estado de Israel eran grabados. Las filmaciones se guardaban en una casa de la calle Castro Barros al 1100, donde vive “el Mago” Carlos Barragán, otro de los imputados en la causa. También en Bulnes 1455 y en el departamento de Amenábar 1572, donde se encuentra detenido Percowicz –según figura en el pedido de procesamiento–, llevaba un control absoluto de todas las actividades de la organización. Nada se hacía sin su consentimiento.
En la estructura jerárquica los testimonios coinciden en que Percowicz era la máxima autoridad de la “escuela”. “Era el líder de todo y nada se hacía sin su orden”, señaló uno de los testigos. “Llegaba Juan al edificio y era como si llegara el mismísimo Dios. Todos acudían a él, había abrazos, besos, toqueteos”, graficó en su declaración.
Además, recordó que en el noveno piso había registros fotográficos de los encuentros que celebraba la organización y que, entre ellas, se podía observar al líder con distintas mujeres de la escuela desnudas. Otro testigo señaló a Percowicz como “el jefe de todos”. “Daba todas las indicaciones”, aseveró.
Los investigadores no tienen dudas sobre el rol del principal acusado, porque además de las pruebas testimoniales, obtuvieron un documento revelador en uno de los allanamientos: un documento titulado “instrucciones para la conducción de la escuela en caso que me retire”.
El texto, que lleva la firma de Percowicz, fue escrito el 6 de mayo pasado y brinda directivas concretas sobre el futuro de la organización. Por ejemplo, señala a la Leona Negra y Barny como sus sucesores en la jefatura de la Escuela de Yoga.
“La clínica queda bajo la responsabilidad de Barny. Leonos queda bajo la responsabilidad de la Leona Negra y que las restantes trincheras quedan bajo la responsabilidad de sus jefes actuales”, se indica en el documento.