La policía tucumana continuaba buscando intensamente pistas que lleven a la identificación del sujeto que asesinó a dos efectivos en la madrugada del martes, episodio conmocionante ocurrido en el Parque 9 de Julio. Hasta el momento los datos indican que el asesino actuó no sólo con frialdad sino con una rapidez tal que los efectivos ni siquiera llegaron a sacar sus armas, mientras crece la polémica que apunta a las autoridades por el hecho de que tanto el cabo Sergio Páez González como el sargento Cristian Marcelo Peralta no llevaban puestos los chalecos antibalas reglamentarios.
El hecho ocurrió en una zona de escaso tránsito en horas de la madrugada y los policías acudieron a un llamado que alertaba sobre la presencia de un vehículo sospecho, una camioneta Toyota de color gris o blanca, pero el ocupante respondió con al menos ocho disparos, uno de los cuales mató a Peralta, en tanto que Páez González recibió otros cinco.
La policía confeccionó un identikit del sospechoso, en base a un testigo del hecho, y se trataría de un hombre de entre 30 y 40 años, de estatura baja, con pelo corto castaño. Sobre su vestimenta se habla de camisa mangas largas de color claro y jeans, en tanto se mantienen en reserva los datos del único testigo del hecho, ya que a Fiscalía dispuso que se preserve su identidad para proteger asimismo su seguridad.
Según la prensa tucumana, el asesino podría ser un cliente que tuvo problemas con las chicas trans que ejercen la prostitución en la zona, e incluso se deslizaba como versión que el salvaje episodio podría estar vinculado con el accionar de grupos mafiosos que pugnan por dominar justamente ese negocio de la prostitución en el lugar. Mientras tanto, y con ese reguero de versiones, lo concreto es que no hay datos certeros ni pistas que todavía lleven al asesino. Los comisarios Jorge Dib y Daniel Bernachi están a cargo de las investigaciones.