El príncipe Teseo ingresó al laberinto en donde estaba encerrado el Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, para derrotarlo. Y así lo hizo. Lo mató y puso regresar al punto de partida gracias a seguir el hilo que fue dejando a lo largo de su recorrido, según la Mitología griega. Teseo fue el nombre que eligieron los policías de Brasil para bautizar al operativo que culminó con el arresto de uno de los narcotraficantes y líder del grupo criminal brasilero Primer Comando Capital (PCC) más buscado y peligroso. Se llama Sergio de Arruda Quintiliano Netto y lo conocían como “Minotauro”. A él lo acusan como el instigador del crimen de la abogada argentina en tierras paraguayas, hace casi tres meses.
Sergio de Arruda Quintiliano Netto no eligió un laberinto para esconderse sino un lujoso hotel en una zona exclusiva del balneario brasileño de Camboriú. Cuando los efectivos policiales ingresaron al piso que alquilaba no se resistió. Fue a plena luz del día, alrededor de las 17, del lunes pasado.
“Había una información que él podía estar viviendo en el Balneario Camboriú desde noviembre. Nosotros comenzamos un trabajo investigativo, la Policía Federal de Santa Catalina y también de Mato Groso del Sur, y nosotros identificamos dos inmuebles que él estaría ocupando. Fue detenido en uno de esos predios”, explicó a los medios locales Thiago Giavarotti de la Policía Federal de Itajaí.
La caída. “Minotauro” había alquilado un piso en el hotel Marina Tower Camboriú, en la calle 3700, y en el Sunshine, sobre la calle Brasil. Su vida la repartía junto a su esposa y su hija entre esos dos lugares, por lo menos en los últimos meses. En la habitación encontraron más de un kilo de oro en joyas, 100 mil dólares divididos en fajos y 10 mil reales. Además, le secuestraron seis celulares y un BMW negro en el que se movilizaba.
Era considerado el principal jefe del narcotráfico en la frontera entre Brasil y Paraguay y uno de los líderes de PCC, una organización que surgió en los 90 en el interior de un penal de máxima seguridad de San Pablo para defender a los internos y luego se expandieron más allá de los muros y se conformaron como grupos violentos contra las fuerzas de seguridad.
“Minotauro”, de 32 años, era buscado desde 2012. Pero la policía brasilera entendió que estaba más cerca de apresarlo hace seis meses cuando se detuvo un cargamento de droga que le pertenecía.
Un cargamento de casi una tonelada de cocaína había sido transportada desde Paraguay a Brasil. La Policía Federal brasilera frustró el envío de la droga que estaba en camino a la costa del estado de Santa Catarina y se concluyó que él estaba detrás del movimiento de esa carga. A partir de este operativo, se reunió información precisa de “Minotauro” y comenzaron a rastrearlo hasta que, en los últimos días, información de inteligencia aportaron datos concretos que permitieron su captura. Y apuntaron directamente a esos hoteles de Camboriú.
En Paraguay también lo estaban buscando, por una serie de crímenes y ataques. Entre ellos, el de la abogada argentina Laura Casuso asesinada el 12 de noviembre pasado.
Vínculo argentino. A casi tres meses del crimen de la abogada Casuso en Paraguay, todas las miradas apuntan a un hombre: “Minotauro”. Ya que este capo narco estaba enfrentado con uno de los clientes de la letrada, Jarvis Chimenes Pavão.
Aparentemente ambos se disputaban el negocio de las drogas y las armas en la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero, en la frontera con Brasil. “Minotauro” le habría “declarado la guerra” a su contrincante por el control del territorio y una saga de atentados que incluyó el asesinato de Laura Casuso habría sido el camino elegido para mandar el mensaje, según entendieron los investigadores paraguayos.
“De acuerdo a la información que viene manejando el Departamento de Inteligencia y los organismos de seguridad, el equipo de ‘Minotauro’ quiere eliminar definitivamente al clan Pavão de lo que sería el tráfico y el trabajo de la frontera”, explicó el fiscal antidrogas Hugo Volpe. “El PCC ahora está en un período de expansión y está tomando las rutas de tráfico y producción de marihuana en la zona norte”, dijo Volpe al sitio La Unión de Paraguay. Por esta razón el fiscal entiende que una de las líneas más fuertes de investigación es que la seguidilla de muertes vinculadas al entorno de Pavão están vinculadas a “Minotauro” (ver aparte).
Casuso era la abogada de Pavão, quien fue extraditado a Brasil en diciembre de 2017 para cumplir una condena a 17 años de prisión por lavado de dinero, narcotráfico y asociación criminal.
La mujer tenía 54 años cuando fue acribillada a la salida de una reunión en la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero. Todo el ataque quedó registrado en las cámaras de seguridad.
Eran las 18:13 del 12 de noviembre pasado cuando Casuso sale del lugar hablando por teléfono. Un joven con la cabeza cubierta desciende de un vehículo y se le para de frente a la abogada. Le dispara sin mediar palabra a quemarropa.
La correntina recibió balazos en el tórax, en el abdomen, en el cuello y en los brazos, según confirmó el director del Hospital Regional. Allí murió.
Las vidas de Pavão y “Minotauro” podrían volver a cruzarse, pero ahora tras las rejas. Las autoridades brasileras decidieron que el narco capturado sea alojado en una prisión federal de máxima seguridad, aunque no dio precisiones por “seguridad”. Una de las posibilidades es que sea alojado en la cárcel de Mossoró, uno de los cinco establecimientos penitenciarios federales del Brasil y donde Pavão permanece detenido desde hace un año. La otra opción es que sea llevado a la cárcel de Brasilia.
Los últimos atentados de la organización. Una vez que su enemigo fue extraditado y quedaron sus laderos en el control del negocio del narcotráfico, Sergio de Arruda Quintiliano Netto, alias “Minotauro”, se propuso exterminar a la banda de Pavao para dominar por completo el territorio en la frontera entre Paraguay y Brasil. Así comenzó una serie de ataques de balas y sangre.
Los últimos atentados comenzaron con la abogada argentina, Laura Casuso y continuaron con el ataque al sobrino de Pavão. Pedro Chimenes fue interceptado cuando manejaba su camioneta Ford Raptor, color negra, el 5 de diciembre pasado. El joven sobrevivió gracias a los vidrios blindados del vehículo. Y sus tres acompañantes también. El 17 de enero último, un grupo comando ingresó a la casa del tío de Pavão, Francisco “Chico” Chimenes, en la ciudad brasilera de Ponta Porá y lo mató a balazos.
Tenían las caras cubiertas y estaban fuertemente armados. La Policía brasileña recogió alrededor de 190 vainillas de la propiedad de los calibres 5.56 y 7.62, en la casa de la víctima. Para los investigadores, detrás de estos casos estaría “Minotauro”.