El pasado jueves, un reconocido empresario estadounidense intentó matar a su ex mujer y madre de su hija frente a esta última y a su actual pareja en la provincia de Salta, pero terminó escapando del lugar sin cometer el femicidio y ahora se solicitó su captura nacional e internacional. Las fuentes consultadas indicaron que se habría fugado hacia Uruguay.
De acuerdo a los voceros, todo se inició el jueves a la noche cuando John Hartwell Cocke Johnston (68), domiciliado en la localidad salteña de Villa San Lorenzo y dueño del hotel y restaurante El Castillo de San Lorenzo –emplazado a unos 15 minutos del centro de la capital provincial–, increpó a su ex en el mismo lugar, cuando ésta fue a buscar unos útiles escolares para la niña que tuvieron en común. La acusó a los gritos de “oportunista” por haberle iniciado acciones legales debido a que hace diez años que no le pasa la cuota alimentaria y, fuera de sí, la golpeó y se le abalanzó, arrojándola al piso. Mientras la asfixiaba delante de la menor, le decía a la nena que no debía ser como su madre. Asustada, ella tomó el valor necesario para registrar la escena en una serie de fotos, que obtuvo a través de su teléfono celular y que ahora forman parte del expediente.
La actual mujer del hombre, lejos de frenar el ataque, intervino para empujar a la niña e impedirle que siguiera registrando el momento. La chica logró escapar y le pidió ayuda a una tía, que se comunicó con el 911. En un primer momento la víctima relató que, a pesar de que los agentes policiales intervinieron y frenaron la agresión a tiempo, se negaron a detener al hombre y a tomar su denuncia. De todas formas, la terminó haciendo horas después, en la comisaría 5° de la ciudad de Salta.
Sin embargo, esa demora fue aprovechada por el empresario, quien el viernes salió del país rumbo a Uruguay junto a cuatro familiares, de acuerdo a lo aportado por fuentes del registro de Migraciones. Cuando un grupo de agentes fue a buscarlo a su domicilio durante la tarde de ese mismo día, por orden de la fiscalía penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, al mando de la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, ya no estaba y el lugar estaba vacío. Ante eso, se solicitó la captura a nivel nacional e internacional, bajo el delito de “homicidio agravado por la relación de pareja preexistente y por el género en grado de tentativa”.
Para continuar con la investigación, Salinas Odorisio citó a la damnificada a su despacho, para ampliar su testimonio y que aporte nuevos detalles del ciudadano norteamericano, con el fin de poder dar con él. Pero al cierre de esta edición todavía no había sido localizado y su paradero era un misterio.
Defensa. Allegados a Hartwell Cocke desmintieron el hecho y aseguraron que la mujer tenía una orden de restricción para ingresar al hotel, la cual habría violado “en reiteradas oportunidades”. Asimismo, la acusan de tener varias denuncias en su contra por desobediencia judicial, que estarían registradas en la policía de San Lorenzo y en la fiscalía. Según sus dichos, cuando la víctima ingresó al establecimiento hotelero habría comenzado a agredir verbalmente a la gerente del lugar.
“Los hechos mencionados no son reales”, se limitaron a aclarar los familiares del empresario intensamente buscado, y añadieron que en un momento la denunciante habría agarrado una silla para agredir a los empleados, ante lo que el empresario “la intercepta e intenta contenerla en el piso hasta que llegue la policía”.
Siempre bajo sus testimonios, la mujer lo habría golpeado y mientras esto ocurría, le habría gritado a la niña que filme la situación. Luego, mencionaron, habría lanzado piedras al establecimiento, rompiendo varios vidrios delanteros de la recepción.
Investigan encubrimiento
Hasta la noche del viernes, la detención de John Hartwell Cocke Johnston era inminente, tras haber atacado a su ex pareja e intentado matarla mediante mecanismos de asfixia. Sin embargo, cuando los agentes de la fuerza fueron a detenerlo ya no lo encontraron en su casa de la localidad salteña de San Lorenzo.
La Justicia de aquella provincia analiza por estas horas si alguien dentro de la cúpula policial lo alertó sobre la pronta captura, para que pudiera fugarse. A los voceros consultados les resulta poderosamente sospechoso que al hombre lo hayan protegido mientras atacaba a su ex (los oficiales detuvieron la agresión pero no lo aprehendieron) y que ya no estuviera en su domicilio cuando fueron a arrestarlo. De hecho, las pesquisas serán materializadas ahora por la División Homicidios del Ministerio Público Fiscal.