En la guardia del hospital Oller de Solano se vivieron momentos de gran tensión. Un hombre enfurecido ante la supuesta demora para atender a su mujer, trepó por encima de un reja y cayó del lado de la admisión. Una vez allí, golpeó el monitor, agredió al personal, produjo destrozos y con la ayuda de otros pacientes, arrastró a su esposa. El agresor terminó detenido por el personal policial.
Lo ocurrido en la guardia del hospital Dr. Eduardo Oller, en el partido de Quilmes, podría haber sido parte de las historias narradas en la película “Relatos salvajes”. Un hombre llegó descalzo, vestido con un short gris y remera del mismo color junto a su esposa, exigiendo que la atendieran“ de urgencia”. Ante la presunta demora, el hombre decidió utilizar la violencia para lograr atraer la atención de los profesionales de la salud.
Ante la sorpresa de los presentes, saltó la reja que separaba la sala de espera del sector administrativo y, al caer del otro lado, desató su furia contra el personal que estaba de guardia. “Es mi señora, ¿por qué no la atendés?”, le gritó un médico mientras una mujer policía intentaba neutralizarlo. Al ver que el hombre no entraba en razón, se escucha la voz de una mujer que le decía: “Tranquilo, tranquilo”.
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El hombre siguió con su ataque de furia. Primero golpeó el monitor y luego rompió la reja que separaba ambas salas. Con ayuda de otros pacientes, arrastró a su mujer hasta los pies del médico exigiendo que la atendieran. Al cabo de un rato llegaron más efectivos de la policía bonaerense y el agresor terminó detenido. Las imágenes fueron captadas a través de un teléfono celular y viralizadas de rápidamente.
Comunicado en repudio de lo ocurrido
Desde la Secretaría de Salud del Municipio de Quilmes emitieron un comunicado: “El Hospital de Solano Dr. Eduardo Olller repudia los hechos violentos de público conocimiento y llama a la reflexión a la comunidad con respecto al trabajo que con mucha dedicación realizan los y las trabajadoras de la Salud”.
El documento subraya el “fuerte crecimiento” que tuvo el hospital “duplicando la cantidad de camas pasando de 64 a 122, creando por primera vez en su historia una sala de internación de pacientes adultos y la Unidad de Cuidados Intensivos”.
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“No es cierto que la paciente haya tenido que esperar para recibir atención médica. La paciente se encontraba con parámetros clínicos normales y no había demora en el funcionamiento cotidiano de la guardia ni situaciones de supuesto ‘colapso del sistema´”, aclara el comunicado. Aunque detalla que las guardias “se encontraban completas y cubiertas como ocurre los 365 días del año”.
NT/LT
