Un hombre sacó a pasear a su perra en compañía de su hija en el barrio María Selva de Santa Fe. Ante el movimiento de la mascota y al mantener la correa tirante provocó que la niña cayera al suelo. Esta acción provocó una reacción salvaje por parte de su dueño. Enfurecido golpeó brutalmente a la perra, hasta ahorcarla y revolearla con la correa. Las terribles imágenes fueron captadas por una cámara de seguridad de la zona.
Según se puede ver en las imágenes de la cámara de seguridad, un hombre caminaba junto a su hija y su perra Lola. Cuando en un episodio casual, producto del movimiento de la mascota, la niña pierde el equilibrio y cae en la vereda. Sin siquiera levantar a la nena del piso, el hombre comenzó a golpear de manera salvaje a su perra Lola e inclusive, en varias oportunidades, la levantó en el aire y la azotó contra la vereda.
A pesar de los alaridos de Lola del llanto de la niña, el hombre continuó dándole patadas en la cabeza a su mascota. Cuando finalizó su agresión, tomó a su pequeña hija en brazos y se fue del lugar. El violento episodio, ocurrido sobre la calle Necochea y pasaje Boedo, se viralizó provocando que el hombre fuera identificado y denunciado.
Según detalló el medio local Aire de Santa Fe, la fiscal Milagros Parodi tomó conocimiento del hecho, se contactó con personal policial de la Comisaría 5.ª y solicitó a los efectivos que se presenten la vivienda del agresor para rescatar al animal.
El agresor fue demorado y tras prestar declaración del hecho fue puesto en libertad. Mientras que Lola fue trasladada a la sede policial donde el veterinario Cristian Raquel le realizó ecografía de urgencia y encontró hemorragias internas y dolor acentuado en la cadera y patas traseras. El mismo veterinario determinó que Lola no podía volver a ese domicilio tras la golpiza recibida.
Siete señales para saber si tu perro te quiere y confía en vos
Tras el diagnóstico fue medicada y entregada como depositaria judicial a Pilar de la Peña, titular de la ONG Rescatando Ando, quien se ocupará de su recuperación. “Lola es una perra de entre 6 y 8 años de edad, sumisa y simpática, que a pesar de los golpes y de encontrarse con gente extraña, en ningún momento dejo de mover la cola o mostró signos de agresividad. Está sumamente estresada”, escribieron en un posteo de Instagram los titulares del refugio.
Desde el refugio, además publicaron imágenes de Lola comiendo con normalidad, recuperada anímicamente y con mucha vitalidad.
NT/fl