Uno de los seis detenidos por el abuso sexual grupal de una joven en Palermo hizo pública una carta donde se considera "inocente" y afirma que no tiene "ápice" de arrepentimiento. Además, dice que los otros acusados son "desconocidos".
Thomas D. pasó a ocupar las tapas de los medios el día 28 de febrero luego de ser descubierto junto a cinco amigos en las cercanías de Plaza Serrano, en Palermo, mientras violaban a una chica. En los exámenes toxicológicos, los acusados registraron cocaína, marihuana y benzodiazepinas en sangre. La pericia a la víctima también arrojo resultados positivos y se encontraron marihuana, metanfetaminas y anfetaminas.
Los atacantes fueron descubiertos por los vecinos del lugar, con quienes se enfrentaron a golpes hasta que llegó la policía y los detuvo. A semanas del hecho, uno de los acusados escribió una carta de puño y letra, detallando lo que siente por el hecho. La misiva fue entrega por sus abogados Silvina Fernández Rosarno y Jorge Alfonso a Clarín.
"Desde hoy y con previas ganas de hacerlo pero sin disponer momento, yo, Thomas Fabián D., me propongo así como una 'bitácora de viaje' a redactar mis vivencias con respecto a lo acontecido: un hecho que a pesar de su relevancia y significación, es una experiencia más entre tantas otras en mi vida, siendo esta en especial negativa, angustiante y traumática para mí. Que a pesar de su carácter y connotación no deja de ser rica en aprendizaje y conocimiento", afirmó en el inicio de su carta.
Al reafirmar su inocencia, el joven de 21 años afirmó que lo sucedido "pone a prueba casi al límite" su psiquis y aclaró que más allá de lo legal se encuentra "por demás indignado, frustrado y lleno de cuestionamientos".
"Por lejos y sin ápice de arrepentimiento, no dejo de preguntarme: ¿Por qué a mí? ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué no me fui antes? ¿Por qué me acerqué a desconocidos? ¿Por qué confiaba en personas ajenas a mi vida, a mis valores e ideales?", planteó luego.
"Sin ánimos de victimizarme y siendo consciente siempre de lo que hice así como de lo que no hice, fuera del marco legal mantengo tranquila mi consciencia por nunca haber rebasado los límites de un prójimo y siempre haber actuado considerando su disposición", aclara.
Por último, detalló estar "triste profundamente" por el hecho ya que "no solo me afecta a mí sino a todos aquellos que confían en mí y están poniendo su fuerza y voluntad para que recupere mi libertad y así juntos seguir adelante con todo lo que hoy por lo que una injusticia está pausado".
La carta completa de uno de los detenidos por la violación de Palermo
Desde hoy y con previas ganas de hacerlo pero sin disponer momento, yo, Thomas Fabián D., me propongo así como una 'bitácora de viaje' a redactar mis vivencias con respecto a lo acontecido: un hecho que a pesar de su relevancia y significación, es una experiencia más entre tantas otras en mi vida, siendo esta en especial negativa, angustiante y traumática para mí. Que a pesar de su carácter y connotación no deja de ser rica en aprendizaje y conocimiento.
He de admitir que no lleva a lugares muy favorables de mis facetas y pone a prueba casi al límite mi psiquis; siempre fui alguien fuerte en este aspecto, entendiendo que todo pasa por algo y aceptando que Dios considera esta batalla y otras favorables en algún punto para mi persona. Y por mucho que me cueste me encuentro siendo fuerte pese a ser inocente, entendiendo los tiempos de la Justicia y disponiéndome a esta con paciencia en virtud de descubrir la verdad.
Más allá de lo legal que excede mis horizontes de conocimiento y dejando esto en manos de profesionales, me encuentro por demás indignado, frustrado y lleno de cuestionamientos, por lejos y sin ápice de arrepentimiento, no dejo de preguntarme: ¿Por qué a mí? ¿Que hacía ahí? ¿Por qué no me fui antes? ¿Por qué me acerqué a desconocidos? ¿Por qué confiaba en personas ajenas a mi vida, a mis valores e ideales? Con acciones lejos y maneras aun más lejanas de las que yo considero nobles y humanas.
Sin ánimos de victimizarme y siendo consciente siempre de lo que hice así como de lo que no hice, fuera del marco legal mantengo tranquila mi consciencia por nunca haber rebasado los límites de un prójimo y siempre haber actuado considerando su disposición.
"Hoy estoy encerrado y esta es solo una parte de mi angustia, siendo esta rebasada por el hecho de no estar con mis seres queridos, familia y amigos, lejos de mis proyectos personales y grupales, triste profundamente porque no solo me afecta a mí sino a todos aquellos que confían en mí y están poniendo su fuerza y voluntad para que recupere mi libertad y así juntos seguir adelante con todo lo que hoy por lo que una injusticia está pausado".