El Teatro Colón logró lo impensado: que el kirchnerismo, el macrismo y la Coalición Cívica se pusieran de acuerdo. Sin embargo, el motivo que los unió lejos está de aggionar la cultura argentina que el mítico edificio de 100 años supo albergar. Hoy, ley de autarquía (que apoyaron las tres fuerzas) mediante, el Teatro Colón sólo se utiliza como escenario para desfiles fashion y eventos empresariales, aún a pesar de su virtual clausura por refacciones de cara al Bicentenario. Y el último evento que tuvo lugar en el "Teatro de Teatros" fue un desfile de zapatillas Converse All-Star donde tocó el baterista de Los Ramones, Marky Ramone, junto a su banda de punk rock, el 14 de octubre pasado.
Este evento llevó a la legisladora Patricia Walsh a presentar la semana pasada un pedido de informe sobre los eventos que se desarrollan en el Centro Experimental del Teatro Colón, cuya función, dice la ley, es acoger expresiones de arte lírico, coreográfico, musical, sinfónico, de cámara y experimental.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
"Esto no admite consideración de ninguna índole y es indefendible", aseguró Walsh en su proyecto de resolución, además marcó que interpeló al ministro de Cultura de la ciudad, Lombardi, sobre el tema y éste no respondió.
" Es escandaloso. Los funcionarios de Mauricio Macri no sólo ponen la mayor casa de arte del país al servicio de negocios privados, sino que además pretenden negar su responsabilidad", afirmó en un comunicado la legisladora que aclaró con una fina ironía: "La verdad me gusta mucho la música de Los Ramones, así como su baterista, el problema es que también me gusta mucho el Teatro Colón y no creo que sea el lugar adecuado para hacer desfiles, vender zapatillas y tomar champagne cuando el teatro está cerrado".
La bronca de los empleados por este tipo de actividades no se oculta. José Piazza, delegado de ATE en el Teatro, sostuvo en diálogo con Perfil.com que "el proceso de autarquía da todas las garantías para que esto funciones así; no estamos de acuerdo, pero los legisladores votaron así este proyecto, el macrismo, el kirchnerismo y la Coalición Cívica avalaron este tipo de al tiempo que marca que la ley de autarquía, que avala que el Teatro Colón sea alquilado para cualquier tipo de evento".
Enojado, añadió que "el kirchnerismo se rasga la camisa diciendo que nacionaliza aerolíneas pero por otro lado privatiza, mejor dicho terceriza, el edificio del Colón".
El delgado de ATE explica que este tipo de "agapes poco líricos" se venia haciendo desde la época de Telerman. "Él fue el propulsor de todo esto", dice, y desliza que "lo que instaló el macrismo con estos sectores políticos le dio legalidad a este tipo de emprendimientos políticos en el Teatro Colón.
Piazza sostuvo que los empleados no tienen nada contra el rock, pero se oponen a que ingresen equipos que no tienen nada que ver con la acústica natural y con que se transforme el espacio en un sitio para catering porque se va "desplazando la función que tiene el Colón".
Otro de los trabajadores del teatro, que prefirió mantener el anonimato, expresó a Perfil.com su bronca: "Se bloqueron todos los accesos a los subsuelos del Teatro, mediante paredes de ladrillos y cemento, lo que nos impidió a muchos llegar a nuestro lugares de trabajo y ni siquiera se nos avisó. Además, no hay señalización a los caminos de acceso ni salidas de emergencia", relató dando cuenta del pésimo estado edilicio. "El teatro está destruído", remató.
¿Cuánto puede costar el alquiler de un sector del Teatro Colón? Teniendo en cuenta el patrimonio histórico que representa el edificio y el despliegue que le imprimió la marca Converse al evento, uno podría imaginar que se trata de una cifra sideral. Nada de eso: la empresa de zapatillas se comprometió a dar como contraprestación 120 joggings para el Cuerpo Estable del Ballet. Una ganga por el Teatro más reconocido del país.
