POLITICA
se escapo hace tres aos

Aceleran la búsqueda en países vecinos de Pérez Corradi, el jefe de los prófugos

Desde que los hermanos Lanatta y Schillaci se escaparon del penal de Alvear aumentó la pesquisa en torno al jefe histórico de la banda. La mira está puesta en naciones limítrofes.

Buscado. Pese al pedido de captura internacional, nadie da con el paradero de Ibar Pérez Corradi, sindicado como el autor intelectual del triple crimen de la efedrina.
| Cedoc

La búsqueda para dar con Ibar Esteban Pérez Corradi se intensificó desde que los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci se fugaron de un penal de máxima seguridad. Para quienes mejor conocen a los prófugos y su relación con este próspero “empresario” de 38 años, la fuga puede estar ligada a Pérez Corradi. Creen que es uno de los aliados de los Lanatta y Schillaci con el capital y la logística para colaborar con el escape del penal de General Alvear. Así lo aseguraron fuentes de la investigación a PERFIL.  

Desde hace tres años, Pérez Corradi tiene pedido de captura internacional pero nadie logra dar con él. Ahora intensificaron su búsqueda en países limítrofes. El fiscal Juan Ignacio Bidone lo acusa de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez. Interpol, la Policía Federal y fuerzas de inteligencia del Estado tienen la orden de localizarlo y detenerlo para que sea juzgado en el segundo juicio por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

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El fiscal federal Franco Picardi también se sumó en 2015 a la búsqueda cuando asumió en la fiscalía que pidió su procesamiento por supuesto lavado de dinero en torno a la mafia de los medicamentos. Fue luego de que Lanatta denunciara públicamente las presuntas conexiones de Aníbal Fernández con el negocio de la efedrina y lo señalara como supuesto el autor intelectual de triple crimen, exonerando  explícitamente a Pérez Corradi. Por eso, para los investigadores la trama de la fuga no cierra sin “Colita” o “Peluca”, como lo llamaban.

Antecedentes. La DEA, el departamento antidrogas de los Estados Unidos, lo investigaba desde 2007. Recién tras el triple crimen, en octubre de 2008, ese país pidió su extradición para juzgarlo por tráfico de oxicodona. Por primera vez, Pérez Corradi quedaba detenido.

Se negó a ser extraditado y quedó en libertad, pero el juez federal Norberto Oyarbide volvió a detenerlo en el marco de la causa de la mafia de los medicamentos. El magistrado lo tuvo dos años detenido con prisión preventiva, pero como nunca concluyó la investigación en su contra, cumplido el plazo de la ley, Pérez Corradi quedó en libertad. Fue cuando decidió profugarse y nunca más apareció.  

Quienes lo frecuentaban nunca sabían dónde vivía ni a qué se dedicaba exactamente. Cambiaba de celulares y autos constantemente y se daba el lujo de tener teléfonos satelitales y vehículos blindados. Procuraba no hacerse ver y citaba a sus clientes y socios en bares con espacios recluidos.

Nació el 16 de julio de 1977 y a pesar de ser muy joven, logró afianzar una fortuna considerable. Trabajó como empleado del Banco Nación entre 1996 y 2002, mientras incursionaba en el mercado de medicamentos y preparados para deportistas. A fines de 2006, se convirtió en un próspero financista de actividades y socios dudosos. Se mudó de Los Polvorines a Martínez, en el norte del conurbano bonaerense. En la causa, varios testigos reconocieron que se dedicaba al negocio de la efedrina y el éxtasis.

Sus abogados son Juan José Ribelli y Carlos Broitman. El primero fue un comisario de la Bonaerense sospechado de corrupción que finalmente cayó acusado como la supuesta conexión local en el atentado a la AMIA. Fue absuelto por la Justicia. El segundo es el abogado de varios narcos, incluido el colombiano Mi Sangre.

 

Sin señales del testigo Salerno

José Luis Salerno es otro de los hombres clave de la trama del triple crimen. Desde que reapareció en  PPT, apoyó la versión de Martín Lanatta contra Aníbal Fernández y luego se desdijo en la Justicia, nadie volvió a saber de él. Tras la fuga, ni siquiera pidió custodia.

Era el socio de Damián Ferrón cuando el empresario apareció ejecutado junto a Sebastián Forza y Leopoldo Bina en 2008. Fue uno de los primeros en apuntar a Pérez Corradi. Estaba involucrado en el negocio de la efedrina y en las primeras horas de la desaparición de su socio confesó que Pérez Corradi le habría dicho que debía abrirse de Ferrón porque su socio tenía los días contados. En 2012 reconoció que había recibido una llamada de la secretaria de Aníbal F. el día que desapareció Ferrón.