La represión a una protesta en los alrededores del Congreso en abril del año 2000, durante el debate por la ley de Reforma Laboral, todavía hace sentir sus cimbronazos.
El defensor oficial, Hilario Lagos, denunció ante la Justicia que el dirigente gremial Julio Piumato, estrechamente ligado a la CGT y a Hugo Moyano, se habría autoinfligido accidentalmente una herida de bala en sus testículos durante esas manifestaciones, contrariamente a lo que él denunció. Desde un primer momento, Piumato había sindicado a la policía como responsable de sus heridas.
Lagos arribó a esa conclusión luego de constatar que lo denunciado por el sindicalista no pudo ser así, de manera que le espetó un "falso testimonio agravado", una figura legal que contempla penas de hasta diez años de cárcel.
En su denuncia, el defensor oficial señala que por la trayectoria del proyectil, "prácticamente imposible sostener que un tercero le disparó a Piumato" y agrega que "la herida, a mi criterio y 'radio pasillo de tribunales', sólo pudo ser efectuada por portar un arma el herido, ya sea en la cintura, si es zurdo (de izquierda a derecha) o en una riñonera, que se le dispara por un mal manejo de la misma, si se quiere por accidente".
La presentación en la justicia incluye a la hermana de Piumato, Liliana, quien habría sustraído los restos del proyectil que le fueron extraídos al dirigente gremial en el hospital Británico por lo que podría quedar ligada al caso por su participación. Según el Código Penal, existen penas de cuatro años de prisión para quien "sustrajere, ocultare, destruyere o inutilizare objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente".
Según Lagos, Liliana Piumato "deliberadamente tomó el efecto aludido (los restos de la bala) entorpeciendo así el camino de la investigación".
Fuente: DyN