Ahora que la línea aérea se dispone a protagonizar un nuevo pase de manos con la reestatización resuelta por el Gobierno, Perfil accedió a documentación que demuestra un curioso movimiento de dinero en efectivo ocurrido en 2006, quizás una muestra puntual de las causas que han motivado esos cuestionamientos.
Se trata de dos millonarias extracciones cash, realizadas una en agosto y la otra en octubre de 2006. La primera fue de 4,5 millones de pesos, y la segunda de 1,2 millón de dólares. Ambos montos representan cifras inusuales para un movimiento en billetes contantes y sonantes en cualquier empresa. No hace falta destacar que las grandes compañías normalmente realizan sus movimientos financieros a través del sistema bancario y no retiran dinero llevándoselo en bolsas de los mostradores.
Lo curioso es que en esos días de 2006, los movimientos coincidieron con una serie de beneficios que el Gobierno anunció para el sector aeronáutico, como aumentos de tarifas y subsidios al combustible, jalonados por una seguidilla de reuniones de directivos de Aerolíneas con el multiprocesado secretario de Transportes, Ricardo Jaime.Semejante operación llamó la atención del gerente del Área de Administración, Finanzas y Control, el colombiano Roberto Shaves Ford Dunoyer. El ejecutivo de la firma se encontraba de viaje cuando se produjo el retiro, y al regresar tomó contacto con la novedad que se había producido en su propia área de acción sin su conocimiento. Al enterarse de este anormal movimiento, pidió labrar un acta con una escribana pública para dejar constancia (sobre todo de sus prescidencia), documento al que Perfil tuvo acceso (ver facsímil).
Las operaciones fueron casi calcadas: por orden de la Gerencia General, a cargo entonces de Esteban Maccari, se realizaron ambos retiros de dinero desde cuentas pertenecientes a la empresa, y ambas extracciones llegaron, en billetes contantes y sonantes, al edificio de Bouchard 547, donde funcionan las oficinas de la empresa.