El ministro de Justicia, Julio Alak, confirmó esta noche la designación de Alejandro Marambio como nuevo director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), en reemplazo del saliente Victor Hortel. A la vez, el ministro anunció una recompensa de 500.000 pesos para aquellos que aporten datos respecto de los 11 reclusos que aún permanecen prófugos, luego de la fuga que protaonizaron del penal de Ezeiza.
Alak, en una conferencia a la prensa, detalló que el abogado regresa a la función pública luego de desempeñar distintos cargos en el Ministerio de Justicia y de dirigir el SPF entre 2007 y 2011. Marambio es experto consultor en materia carcelaria en Argentina y España, país del que llegará en las próximas horas para asumir en el cargo mañana a las 11 horas.
Entre otros cargos, Marambio fue Subsecretario de Gestión Penitenciaria del Ministerio de Justicia, Director Nacional de Readaptación Social y Jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia, y Asesor del Procurador Penitenciario Nacional. Además, en la Argentina y el exterior fue profesor de derecho penal y penitenciario.
Alak consideró que el nuevo director penitenciario "tiene la ventaja práctica y concreta durante cinco años para mejorar la seguridad de los penitenciarios federales".
Lo que la fuga se llevó. "Ratifico que hoy no ha existido ningún tipo de motín ni ninguna toma de rehenes en el Penal de Ezeiza, información que ratificó el fiscal", aseguró el ministro de Justicia ante la prensa, aunque reconoció que "es un complejo penitenciario de alta seguridad y hay que mejorarla. El nuevo director nacional tiene vasta experiencia en el asunto".
Alak insistió en que "el juzgado interviniente determinará las responsabilidades internas y externas por los hechos. El Servicio Penitenciario aportará testimonios y hará lo que la Justicia disponga". En cambio, no quiso dar precisiones de los 19 funcionarios penitenciarios que fueron apartados por Hortel antes de su renuncia.
Asimismo, el ministro aportó datos sobre los "ideólogos" de la fuga. "Se cree que en el escape hubo cuatro ideólogos, dos de nacionalidad brasileña, que ya intentaron fugarse en ese penal y otros del interior. Sólo en Brasil y Paraguay habían logrado escaparse. Los otros dos son argentinos, quienes también internaron fugarse en Neuquén".
En tanto, explicó cómo se originaron los incidentes posteriores a la fuga. "Las restricciones en el Módulo 3 del penal fueron aceptados por todos, menos uno que reaccionó violentamente y agredió a un guardia. El otro episodio, un interno prendió un colchón, inhalo humo y tuvo que ser revisado clínicamente", indicó Alak.