Es, sin dudas, el rol que más cómodo le sienta. Alberto Fernández asumió la presidencia del foro de países de Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de posicionarse como un líder regional y el desafío de mantener el equilibrio en un momento en que la Argentina necesita de Estados Unidos para avanzar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El Presidente se mueve holgado en la agenda internacional y el de ayer es para el Gobierno el primer logro de su política exterior. Algunos prefieren sumar como una victoria anterior el proceso eleccionario en Bolivia después de un golpe de Estado, pero su llegada a la presidencia de la Celac tiene que ver con algo que Alberto Fernández venía buscando hace meses: salir al mundo no solo como Presidente argentino, sino también como representante regional.
Este cartel se lo da el foro creado en 2010 que representa a 32 países desde que Brasil se autoexcluyó con la llegada de Jair Bolsonaro. Este organismo sin presupuesto, cuotas, ni edificios no pretende discutir sobre los sistemas electorales que dividen a la región. El objetivo es que ningún país quede afuera y allí aparece una de las diferencias con la Organización de Estados Américanos que integran Estados Unidos y Canadá, pero que tiene afuera a Nicaragua, Venezuela. Y Cuba (excluida en los años 60).
Al encabezar el cierre de la XXII Cumbre de Cancilleres de la Celac en el Palacio San Martín, Fernández aseguró que este foro “no nació para oponerse a alguien, para enfrentarse contra alguna institución existente ni para inmiscuirse en la vida política o económica de algún país”. Y continuó: “Surgió como un foro en favor de nosotros mismos, que siempre promovió el consenso y la pluralidad en un marco de convivencia democrática sin ningún tipo de exclusiones, y también ha sido un magnífico puente hacia otros países o foros más allá de América Latina y el Caribe”.
Nicaragua dudó hasta último momento avalar la presidencia de Fernández
Alberto Fernández espera que Brasil regrese al foro, pero sabe que recién esto lo podría conseguir en caso de que Luiz Inácio “Lula” da Silva vuelva a la Presidencia. El triunfo de Gabriel Boric ya fue una buena noticia para el organismo y ahora mira con atención la pelea por la sucesión de Bolsonaro.
La meta de los países miembros es fortalecerse y mostrar integración regional frente al mundo. Es un bloque que miran con especial atención China y Rusia y con recelo Estados Unidos. Alberto Fernández presidirá la Celac en momentos en que necesita el respaldo de la administración de Joe Biden en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. El Presidente sabe que necesita mantener el equilibrio y desde la Casa Rosada adelantan que “Argentina no hará nada extraño: diálogo, integración, agenda para combatir la de-sigualdad en América Latina, y sobre todo matar fantasmas y divisiones”.
La presidencia de Fernández pone en la mira el posicionamiento de nuestro país frente a los sistemas de Cuba, Venezuela y Nicaragua. El régimen de Daniel Ortega fue el último en confirmar el apoyo a la Argentina para presidir el foro por su condena en la ONU a la detención de opositores y violaciones a los derechos humanos. Para lograr su voto a pesar de que Argentina en la OEA muestra mayor equilibrio, tuvo que intervenir el canciller, Santiago Cafiero.
“Nicaragua u otros países dudaban y creían que nosotros podríamos hacer lo mismo que Luis Almagro en la OEA que es ponernos a juzgar a cada país, ese no es el rol de la Celac. Argentina cuestiona las violaciones de derechos civiles y libertades políticas donde tiene que hacerlo y ese ámbito es el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, espacio que además, presidirá este año primera vez en la historia”, dijeron a PERFIL desde la Cancillería.
En su presentación como presidente de este organismo regional, Fernández agradeció otros dos movimientos de este grupo. Por un lado, el apoyo a la reestructuración de la deuda con el FMI plasmado en el documento final y “el apoyo constante de la Celac al reclamo tan sencillo, pero tan humano, de la Argentina en la Cuestión Malvinas en el cual seremos tan firmes en reclamar la soberanía sobre la tierra usurpada como pacientes a la hora de negociar para que nuestro reclamo prospere”, sostuvo Fernández.