El presidente Alberto Fernández defendió este jueves 10 de septiembre la decisión de recortar los fondos coparticipables que recibe la Ciudad de Buenos Aires para financiar el plan de seguridad de la provincia de Buenos Aires, luego del reclamo salarial de la Policía Bonaerense que terminó con patrulleros rodeando la Quinta de Olivos. El jefe de Estado sostuvo que ese conflicto "no puede prolongarse en el tiempo" y negó que el anuncio fuera sorpresivo ya que había sido discutido desde enero con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
"Le mandé un mensaje de texto a Horacio diciéndole que se quede tranquilo, que íbamos a resolver el problema de otro modo. Esto no fue para intranquilizar ni joder a nadie", ilustró el mandatario en una extensa entrevista, de casi una hora, en Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos, ciclo que conduce Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos.
"Era una decisión que teníamos casi tomada y muy hablada con el jefe de Gobierno (porteño), pero que postergamos porque llegó la pandemia. Pero de repente, aparece una situación de demanda en la Provincia de Buenos Aires que no tiene solución más que el Estado se haga cargo y entonces allí tomamos la decisión que tomamos. De inesperado... nadie puede verse sorprendido por esto", explicó el jefe de Estado.
Fernández luego volvió a cuestionar la "opulencia" porteña. "Voy a dejar en claro una cosa. La Ciudad opulenta de Buenos Aires de la que yo hablo habitualmente no es el resultado de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y ni siquiera de Macri. Es una opulencia que se fue construyendo a lo largo de siglos. Es el modo en que se proyectó el país hacia fines del siglo XIX", argumentó. Y agregó: "El intendente de Almirante Brown (Mariano Cascallares) me contó que todo su presupuesto era igual a lo que la Ciudad de Buenos Aires destina a arreglar veredas. La Ciudad tiene gastos que pueden esperar".
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El reclamo de la bonaerense
El líder del Frente de Todos cuestionó además la protesta policial, al denunciar que "están malversando batería y combustible" de los patrulleros usados en las movilizaciones, y dijo que le "preocupa que el ciudadano de a pie queda indefenso".
Veía más de 100 patrulleros parados, que venían de Tigre, Vicente López, San Isidro. Yo me preguntaba: 'Estos patrulleros tiene que estar circulando por las calles'. Están malversando batería, combustible, parados en una demanda policial de esta naturaleza. Lo que me preocupa es que el ciudadano de a pie queda totalmente indefenso", afirmó.
Alberto Fernández consideró que en el reclamo policial "hay una demanda justa, porque hay un atraso de muchos años y ese retraso fue generando malestar", aunque subrayó que "hay un modo de protesta que no se suena apropiado, que es el modo en que protestó ayer la Policía Bonaerense".
"Tiene un trasfondo razonable, pero el modo es inadmisible, inaceptable", insistió el presidente, quien recordó que "no es el primer planteo así en la Argentina" y recordó que hubo situaciones similares en otras provincias. Al ser consultado sobre si consideraba que deberían aplicarse sanciones a los uniformados que participaron en las protestas en Olivos, el presidente respondió: "Éso es algo que deberá ver el gobernador de Buenos Aires. Es algo que Axel tendrá que hablar".
Horas antes de que el gobernador bonaerense anuncie el aumento salarial a la fuerza de seguridad, Fernández aseguró que le dio a Kicillof "los recursos necesarios para que pueda resolver" el conflicto. "Pedirle al gobernador que vaya a la guerra con un escarbadiente es lo mismo que decirle 'no vayas a la guerra'", graficó. Y recordó que "la Provincia está en una situación financiera absolutamente crítica, era imposible lo que le estaban pidiendo si no hubiera tenido la asistencia del Estado".
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Berni, bares y coronavirus
Fernández desligó del conflicto al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, cuestionado por no advertir el reclamo antes de que se profundizara. "Berni no depende de mí, eso tengámoslo claro. Uno puede tener diferencias con Berni, pero atribuirle responsabilidad me parece injusto", indicó.
El presidente sostuvo que el funcionario, criticado también por sus choques con Sabina Frederic y por su defensa cerrada de la Bonaerense en el caso Facundo Astudillo Castro, "estuvo todo el tiempo en contacto con la policía tratando de ordenar que el problema no se desmadre más".
"Esto es resultado de políticas de muchos años que hicieron de la Policía Bonaerense lo que es la Policía Bonaerense. Cargarle este tema a Berni es injusto porque es un tema que excede a Berni", completó.
El líder del Frente de Todos aseguró además que el problema de la pandemia de coronavirus "está lejos de ser resuelto acá y en el mundo" y cuestionó la apertura de los bares porteños, uno de los puntos que rechazan el gobierno nacional y el bonaerense.
"La apertura de los bares en la Ciudad de Buenos Aires me generó una preocupación enorme. Me da la sensación de que si veo los bares abiertos pienso que el peligro ha disminuido. Cuando Larreta me explicaba lo de las mesas en los bares y me decía que se cumplían los protocolos, yo le dije: 'Me decís que cumplís el protocolo pero una mesa de 4 debería ser de 2 metros por 2 metros'", narró. Y agregó: "Lo que tiene Buenos Aires es que gran parte de sus habitantes tienen medicina privada".
"Nuestro plan era inicialmente hacer una cuarentena muy dura y así garantizarnos la recomposición del sistema de salud, que estaba en una situación deplorable", recordó Fernández. Eso significaba, continuó, buscar "un crecimiento lento de los casos" para ganar tiempo y preparar los hospitales.
"Eso es lo que ha ocurrido: hubo un crecimiento lento, aunque ahora tenemos situaciones preocupantes en Jujuy o Mendoza, pero todos los contagiados han podido ser socorridos", manifestó el presidente. "Estamos lejos de haber resuelto el problema. Digo esto para que nos demos cuenta los riesgos que corremos. En todos los lugares donde las aperturas son mayores el problema se agrava", completó.
FF
