Juan Falú, guitarrista y compositor argentino de folclore se acercó a Carla Vizzotti y le pidió una foto. No fue el primero ni el último en hacerlo y eso sorprendió a la comitiva presidencial que necesitaba recobrar fuerzas para encarar la campaña.
Aunque la ministra no será candidata, deberá tener un rol clave en la pelea electoral, al igual que el resto de los ministros. “Pónganse la pechera, terminen de calentar y salan a jugar el partido”, pidió un Alberto Fernández dispuesto a dejar los errores atrás y ponerse en “modo campaña”. El vuelo de regreso de Salta sirvió como la primera charla técnica del Presidente al equipo que saldrá en busca de votos.
El exceso de protagonismo de Alberto Fernández no solo tiene que ver con un estilo personalista, sino también por la falta de voces fuertes en un gabinete que ya lleva 18 meses atravesando distintos cuestionamientos. La elección está cerca y el Presidente se puso en “modo campaña”: Defenderá su gobierno, apuntará contra Mauricio Macri y volverá a recostarse en los gobernadores. Pero también deberán levantar el perfil los ministros que corren con una nueva advertencia: los que no puedan explicar la gestión, se van.
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En el vuelo de regreso a Salta, el jefe de Estado trazó los primeros lineamientos de la pelea electoral que ya arrancó. Escuchaban el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros Eduardo “Wado” De Pedro (Interior); Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Carla Vizzotti (Salud) y Matías Kulfas; y los secretarios Julio Vitobello (Presidencia) y Juan Pablo Biondi (Medios).
Fernández dividió roles y nombró, al igual que en 2019, a Cafiero como el jefe de Campaña. Comandará la pelea electoral a nivel nacional y coordinará la estrategia con los otros sectores de la alianza: kirchnerismo y massismo. Con la vicepresidenta Cristina Kirchner centrada en la campaña en la provincia de Buenos Aires, el jefe de Gabinete tendrá un papel más fuerte en la pelea en el interior del país con los gobernadores de aliados.
En los últimos días, el Presidente volvió a refugiarse en los jefes provinciales a los que le había prometido un gobierno federal. La pandemia y las peleas internas en donde el kirchnerismo copó la escena, hizo peligrar este vínculo que ahora recompone. El primer gesto fue recibir al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti en la Quinta de Olivos; más tarde ordenó enviar recursos médicos a Córdoba y voló a Salta para mostrarse con el gobernador, Gustavo Sáenz.
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Para caminar el territorio, Fernández eligió a De Pedro y Katopodis. Sellarán los acuerdos electorales y bajarán a hacer campaña con los candidatos locales. El jefe de Estado pidió que todos los ministros salgan a defender no sólo su área, sino toda la gestión. “Hicimos muchas cosas y tenemos que contarlas, hablemos de las vacunas, del ATP, de la Tarjeta Alimentar,de las obras, de los programas económicos que lanzamos”, dijo el jefe de Estado.
En el vuelo de regreso a Salta, Fernández aseguró que los errores quedaron atrás. Admite que hay desorden pero que la campaña ordenará a un oficialismo que tiene como principal ventaja llegar a la elección unidos. Les pidió a los ministros que lo acompañaron que salgan a la cancha y que se animen a jugar, incluso, un partido más agresivo. Un poco de esta estrategia ya la adelantaron esta semana funcionarios como la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, quien respondió el pedido del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para que la Argentina tenga de un “plan económico sólido”.
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No es la primera vez que los ministros son arengados para que defiendan la gestión. En septiembre del año pasado, Santiago Cafiero aprovechó una videoconferencia para pedirles que muestren acción. “Esto es para valientes, eh, cuando juraron, cuando juramos, todos nosotros dijimos que nos íbamos a bancar las situaciones que venían, así que es esta nuestra realidad”, había dicho el jefe de Gabinete en medio de peleas internas y la frase de Cristina Kirchner de “funcionarios que no funcionan”.
Con el cierre de listas vuelve a sobrevolar qué pasará con el gabinete. “Nosotros vamos a tener entre cuatro y seis lugares en la lista de diputados en la provincia”, le dijo el Presidente a uno de sus dirigentes de confianza. ¿Con quiénes rellenará esos casilleros? Fernández nunca tuvo armado en el territorio bonaerense y podría necesitar de sus ministros. ¿Será el momento de la renovación?
En lo discursivo, el Presidente tendrá un discurso en el que apuntará a Mauricio Macri. Según los sondeos del oficialismo es el dirigente con peor imagen de la oposición. En las últimas semanas inauguraron viviendas, centros médicos y rutas que estuvieron paralizadas en la gestión anterior. El juego ya arrancó y Fernández tiene la pelota.
CP