Fue una reunión relativamente corta: solo duró 45 minutos. Pero fue suficiente para realizar un repaso general sobre la situación coyuntural de la crisis sanitaria motivada por el Coronavirus. El presidente, Alberto Fernández, recibió en la quinta presidencial de Olivos al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El encuentro fue a solas y supuso la primera reunión que se da entre ambos mandatarios desde que se anunció la marcha atrás en el aislamiento social y obligatorio ante el temor por el aumento de casos en el Área Metropolitana y la posible saturación en la ocupación de camas de terapia intensiva.
En este marco, Larreta llevó para la reunión una carpeta con informes de distintas áreas, desde el ministerio de Salud que conduce Fernán Quirós pasando por Transporte, a cargo de Juan José Méndez, y también de Seguridad que había elaborado el secretario Marcelo D´Alessandro. Por su lado, el jefe de Estado, también poseía información de esas tres áreas a nivel nacional para compartir con Larreta.
“Fue una reunión de repaso y evaluación de los primeros días de esta nueva etapa de la cuarentena”, se limitaron a informar en la Ciudad. De manera extraoficial, las fuentes confiaron a PERFIL que ambos estaban satisfechos con el alto nivel de acatamiento de los primeros días y, sobre todo, del trabajo en conjunto en ingresos y egresos a la Capital Federal.
El jefe comunal siempre que hay oportunidad destaca el “trabajo conjunto”, algo que siempre fue bien recibido por la Casa Rosada.
En esta oportunidad, el encuentro, que comenzó pasadas las 16, no incluyó al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sino que se limitó a los temas que trabajan en conjunto Ciudad y Nación. Lo más probable es que la semana que viene haya una cumbre entre los tres o, al menos, entre el gobernador y el jefe de Gobierno porteño.
En la cumbre en Olivos, Larreta le mostró al presidente que en la Ciudad no siguió subiendo la curva de modo exponencial. Es decir, luego de alcanzar un pico de poco más de mil casos, se estabilizó alrededor de los 800 infectados por día sin tener en cuenta aún el efecto positivo en la caída de casos que podría suponer la nueva fase de la cuarentena. El R., el índice de contagios por cada infectado, en la Ciudad se mantiene muy cercano a 1. Si baja de 1, significará que en la Capital Federal ya se generó el ya famoso pico de la curva.
Paralelamente, el jefe comunal le llevó datos del área de Transporte, por el cual la ocupación de los subtes no llega ni al 10% de los que lo usaban cuando no existía el Covid-19; y la circulación masiva, si bien había subido levemente en mayo, volvió a bajar.
En materia de Seguridad, Diego Santilli, el vicejefe porteño a cargo, junto a D´Alessandro, ya le habían contado al jefe comunal que no tuvieron inconvenientes en coordinar los retenes y controles junto a las fuerzas federales. Solo 20 accesos vehiculares quedaron en pie para ingresar a la Ciudad y 20 más exclusivamente para trabajadores esenciales.