El testigo Alfonso Severo llegó esta mañana a los tribunales federales de Comodoro Py para reclarar en el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero (PO), Mariano Ferreyra.
Custodiado y con chaleco antibalas, Severo contó que recibió nuevas amenazas pero aseguró que seguirá "hasta el fondo" para que se conozca la verdad sobre el asesinato de Ferreyra.
Severo denunció haber sido secuestrado por desconocidos el 4 de octubre, un día antes de poder declarar en el juicio.
Su paradero fue un misterio durante 24 horas y al aparecer con vida en la medianoche del 5 de octubre aseguró a la prensa que "¿Me querían muerto? Alguien tiene que hacer algo. Si me tengo que ir del país me voy, dejo de joder".
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