Daniel Filmus sabe lo que es enfrentar al macrismo en las urnas: ésta será su quinta elección (más dos ballottages). Pero será la primera en la que enfrentará al oficialismo como oposición a nivel nacional. —Las encuestas pronostican a Carrió pasando el 50% en la Ciudad, a Bullrich por encima de Cristina y a Cambiemos como una fuerza que se acerca al 40% en todo el país. ¿Cómo se enfrenta a la ola amarilla? —La última vez, la ola amarilla avanzó hasta las cuatro de la mañana en la provincia de Buenos Aires y después descubrimos que no fue exitosa. Y en Santa Fe tampoco. El tema de las olas es de acuerdo a cómo se miran y a cómo acompañan los medios la estrategia comunicacional del Gobierno. En las PASO, dos de cada tres argentinos no votaron al Gobierno. Y en la Ciudad la mitad tampoco lo hizo. —¿Y a ustedes qué les dijeron los números? —Son muy fuertes los números que obtuvimos en agosto. Tenemos la capacidad de convocar a los que se oponen a las políticas de ajuste de Macri. Después de lo que se dijo en IDEA, ves que van por la reforma laboral como en Brasil, que termina con las vacaciones, con las horas extras, con las paritarias y abre la puerta a convenios colectivos de trabajo por una semana o un mes. —¿Y por qué hay tanta gente que apoya a este gobierno pese a que no la pasa bien? —Somos respetuosos, porque hay mucha gente que cree que hay que darle otra oportunidad, que no contempla como mentiras todas las promesas de campaña que no se cumplieron, y que les falta tiempo. —¿Ve datos positivos en la economía? —Esta idea de brotes verdes no se ve en el consumo. El aumento del último mes no se ve en alimentos. Aumentan los bienes suntuarios y no los básicos. —¿Cómo analiza la elección de Lousteau? —Es un submarino amarillo puesto por el oficialismo para que parezca oposición. Nunca lo escuché pegarle a Carrió. Dijo que quiere que gane Vidal. —¿Aprueba el pedido de disculpas de Carrió sobre sus declaraciones de Maldonado? —Es muy bueno que Carrió pida disculpas. No sólo los argentinos estamos preocupados por el tema, sino también hay una familia que está angustiada. Cuando aparece un 20% de probabilidades de algo, imaginate la familia cómo tiene que aferrarse a eso. Pero Carrió tiene que ser llamada por la Justicia. Pasaron cinco días y nadie la llama para preguntarle de dónde saca ese porcentaje. Ella dijo “yo estoy investigando”. —¿Se define como kirchnerista o peronista? —No hay dualidad. En la Ciudad unificamos a todo el peronismo en Unidad Porteña. —Pero el peronismo que no está con CFK ya está hablando de una unificación sin ella. —Eso lo tiene que decidir el PJ. Y más teniendo las PASO, que son una herramienta muy útil para definir candidaturas. —Cristina puede volver a hacer lo mismo que en esta elección y no dar la interna. —Esa es una decisión y una opción. Yo no iría con el peronismo solamente en 2019, el peronismo siempre fue frentista. —¿Cómo se planta frente a la idea del Gobierno que los pega todo el tiempo a un pasado que hay que enterrar? —Los que van siempre al pasado son ellos. Ayer miraba una foto de Carrió con (Alfredo) Bravo, cuando salía de denunciar a Sturzengger por el megacanje. Y también estaba Ocaña. Ahora están las dos juntas defendiendo a Sturzenegger. Algo cambió en Carrió, quien pensaba que Macri no sólo era corrupto sino incompetente. —Ella dice que le cree. —Sí, dijo que Dios le dio esa posibilidad de creerle, como antes se la dio a Pino y a Lousteau. Le falta coherencia. —¿Qué siente cuando le dice que usted estuvo rodeado de delincuentes? —Cuando la gente me dice eso siento una indignación personal enorme porque trabajamos, nos rompimos el alma para hacer transformaciones profundas y sacar al país de una situación muy dura. Eso queda manchado porque hubo tipos que mientras hacíamos eso, defendían su interés personal. La corrupción no tiene ideología, la Justicia debe actuar porque los hechos que no investiga se repiten.n
