El hallazgo de un cartucho de escopeta en la vivienda de María Eugenia Vidal renovó las sospechas sobre las amenazas contra la gobernadora bonaerense. El hecho sumado a otras intimidaciones disparó conjeturas y la rápida reacción judicial que ordenó dos allanamientos en las casas de los policías que custodiaban su vivienda en Castelar.
Según informó Telenoche, los operativos tuvieron lugar en Berisso y en la zona céntrica de La Plata y secuestraron documentos y dos celulares. Los efectivos se habían retirado de la casa de la gobernadora durante una hora y diez minutos para, según declararon, buscar en la seccional un vale para cargar nafta, llenar el tanque y comprar empanadas.
Tras la intimidación, Vidal manifestó que "hacer lo correcto en la provincia de Buenos Aires pone incómodos a algunos sectores" y "tiene costos" y también recibió el apoyo del Presidente, quien afirmó que no los "van a parar".