“Si no había nada que ocultar del informe de Lanata, ¿por qué no incluyeron que se hizo en la casa de Carrió y que ella estaba presente?”, escribió, en la red social Twitter, minutos después de anunciar que denunciará penalmente a la precandidata de Cambiemos por pretender “la modificación del voto con mentiras”.
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Con ironía, Aníbal sentenció que al expolicía Juan José Salerno "lo llevaron amistosamente al hogar de Carrió, y está sentado como si fuese el sha de Persia" cuando "es un señor que ha sido echado por corrupto de la bonaerense, y que está procesado por narcotráfico y en el marco de la mafia de los medicamentos".
Durante la nota periodística, Salerno señaló a Aníbal Fernández como cabecilla de la banda de argentinos que traficaban efedrina y lo vinculó al triple crimen de General Rodríguez en el que fueron asesinados los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Otro que se sumó a cuestionar a la dirigente de Cambiemos fue el diputado kirchnerista Carlos Kunkel. “Es un ataque a la democracia, la diputada Carrió, en las últimas elecciones como candidata a presidente, tuvo en el país menos votos que los que tuvo Fernando Espinoza para ser electo intendente de La Matanza", arremetió.
Y aseguró que la actual aspirante a la Casa Rosada por el frente Cambiemos es como esas "figuras que se vuelven politólogos o analistas" porque "no tiene representación política en el marco de la democracia".
El secretario general de presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, que reemplazó a Aníbal F. en el cargo, también salió a la carga contra la diputada. “Se grabó en la casa de Elisa Carrió y dicen que no es una operación política”, afirmó.
En las redes sociales, la campaña fue más filosa: distintos tuiteros kirchneristas difundieron las imágenes comparativas de distintas entrevistas que dio Carrió con la de Salerno incluso antes de la aparición del jefe de Gabinete.
El periodista oficialista de Duro de Domar Javier Romero lanzó: “Lilita tiene razón. El narcotráfico llegó para quedarse. Sin ir más lejos a ella se le instaló un dealer en el comedor”.
Lilita tiene razón . El narcotrafico llegó para quedarse. Sin ir más lejos a ella se le instaló un dealer en el comedor.
