Después de haber estado en la lupa por el operativo de seguridad en la cancha de Boca, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, fue motivo de una “broma” que le hizo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Los tres compiten, hasta ahora, por la gobernación bonaerense. Pero ayer por la mañana el vocero de la Casa Rosada anunció que Berni sería el compañero de fórmula de Domínguez. Por la tarde, tras una comunicación telefónica, Domínguez advirtió que Fernández le dijo que era una broma. Se sabe que la relación entre Fernández y Domínguez no es buena. La “broma” no cayó nada bien al presidente de la Cámara de Diputados, pero menos a Berni, que aunque es probable que se termine bajando, sigue siendo precandidato a la gobernación bonaerense.
Domínguez siempre quiso que su compañero de fórmula fuera Patricio Mussi, el intendente de Berazategui, que en la semana anunció que se bajaba de la carrera para suceder a Daniel Scioli y anunció que iría como candidato a intendente. El jefe de la Cámara de Diputados advirtió en un comunicado que lo que Fernández le dijo fue que “era una cargada para Sergio, por quien yo tengo un profundo respeto”. El cruce entre los dos se hizo más visible en otro tramo del comunicado, en el que Domínguez aclaró que a él lo conduce la presidenta de la Nación. Tanto Fernández como Domínguez aguardan a que sea Cristina Kirchner la encargada de completar los binomios de cara a la interna abierta del 9 de agosto, donde se definirán las candidaturas para la provincia de Buenos Aires.
