Antonio Horacio "Jaime" Stiuso volvió este miércoles a Comodoro Py. Lejos del perfil ultra secreto que cultivó durante sus años como ex Director de Operaciones de la entonces Secretaría de Inteligencia (antes SIDE, hoy AFI), el espía llegó a los tribunales federales de Retiro acompañado por su abogado histórico, Santiago Blanco Bermúdez, y se dirigió al segundo piso, donde está ubicada la Cámara Federal de Apelaciones. Allí, frente a los jueces Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, tuvo una audiencia en la que buscó reabrir una denuncia contra Gustavo Vera, exlegislador porteño y titular de la ONG La Alameda, por presunto tráfico de influencias.
Menudo y de modales cuidados, Stiuso sorprendió por su buen humor, pero sobretodo porque se quedó charlando con periodistas de tres medios –entre ellos PERFIL— durante el cuarto intermedio de la audiencia, en un pasillo cerca del ala Retiro. El espía respondió sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, los presuntos aprietes al juez retirado Norberto Oyarbide, su vínculo con el operador judicial Javier Fernández, su empresa constructora y su jubilación.
El exhombre fuerte de la inteligencia local durante el kirchnerismo incluso se refirió a los llamados "cuadernos de las coimas". Sostuvo que su nombre no figura allí, a pesar de que fue mencionado por Oyarbide, quien aseguró que él y Fernández lo habían "apretado el cogote" para que cerrara un expediente por presunto enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en 2009.
Stiuso dio por tierra con esa versión. Negó el encuentro descripto por el polémico exmagistrado y explicó que él tuvo relación con muchos jueces de Comodoro Py por su trabajo en la SI. “Yo me reunía con muchos”, afirmó. También se rió al hablar de las cajas del organismo de Inteligencia negando que él las hubiera manejado en algún momento. Minimizó su importancia en el organismo también al negar cualquier vinculación con la dirección de escuchas, entonces llamada OJOTA.
Oyarbide matizó sobre los "aprietes" del kirchnerismo para cerrar causas
Cuando se lo consultó por los cuadernos de las coimas afirmó que la “J” que aparece en los escritos de Oscar Centeno junto al nombre de Javier Fernández, se debe a Javier, nombre de pila del miembro de la Auditoría General de la Nación. Entonces desmintió que el vínculo entre ambos estuviera roto y que, por el contrario, habían estado hablando diez minutos antes.
Durante el improvisado encuentro, un joven desconocido se acercó al grupo para pedir “ayuda”. Sin poder terminar de explicar exactamente qué necesitaba y ante la mirada atónita de Stiuso y los periodistas, que no podían terminar de creer la situación, Blanco Bermúdez le recomendó subir al noveno piso, donde está la Defensoría Oficial. Durante unos segundos, todo fue silencio.
Stiuso matizó la conversación con pastillas de menta que convidó a los periodistas y varias sonrisas irónicas ante algunas preguntas que eligió eludir con contra preguntas. Aseguró también que, tras ser desplazado de la SI, por el gobierno de CFK, en enero de 2015, se fue a vivir a Nueva York, más precisamente a la zona de Brooklyn, aunque no especificó en qué barrio.
Sobre cómo vive hoy, el espía sostuvo que, tras su vuelta al país, comenzó cobrando la jubilación mínima, pero tras varios reclamos ante la SI ya está en una suma superior a los 80 mil pesos.
Luego fue el turno de hablar de la muerte de Alberto Nisman, quien lo llamó en sus últimas horas de vida, pero sin poder concretar la comunicación. Stiuso fue críptico: "Yo ya declaré".
En mayo de 2017, la última vez que declaró en Comodoro Py, el espía dijo a la prensa que al fiscal "lo mataron", aunque sin especificar quiénes habrían sido los autores del homicidio.