La jueza federal María Servini de Cubría archivó la denuncia contra el secretario de Seguridad, Sergio Berni, por permanecer varias horas en el piso donde fue hallado muerto el fiscal Alberto Nisman mucho antes de que llegaran los magistrados judiciales.
La presencia de Berni en la escena del crimen "es una decisión netamente política" y los recortes periodísticos que la acompañaron (la denuncia) eran "insuficientes", argumentó la magistrada, según fuentes judiciales a las que accedió La Nación.
La presentación judicial lo había realizado el presidente de la ONG, "Paso a Paso Argentina", Juan Ricardo Mussa.
La resolución de Servini de Cubría es consecuencia del dictamen que la semana pasada emitió el fiscal federal, Jorge Di Lello, que evaluó que no existió delito porque "es deber y facultad del nombrado (Berni) dirigir y supervisar las actividades de la fuerzas de seguridad y policiales".
Di Lello, además, había observado que la denuncia contra Berni carecía “de los requisitos mínimos para que sea impulsada" y, a la vez, no hacía “mención a las circunstancias de modo, tiempo y lugar en las que habría acaecido el hecho".
Por su parte, Berni había explicado que su presencia allí, el 18 de enero, fue "casi" en simultáneo con la llegada del juez, Manuel de Campos y la fiscal, Viviana Fein, y que quería "colaborar para asegurar a la Justicia y a la familia” que todo se preservaría tal cual como estaba.