POLITICA
pacto en el senado

Arremetida final de CFK para conquistar un lugar en la Corte

Negocia con el Peronismo Federal repartirse dos jueces en el Tribunal. Si logra que Fayt se vaya, puede alcanzar los votos necesarios. Contactos entre Cristina y Lorenzetti.

Juego de ajedrez. El primer objetivo del oficialismo es que renuncie Fayt. El segundo, negociar con el peronismo federal para obtener los votos para cubrir las vacantes.
| Pablo Cuarterolo

El Gobierno entró en una guerra con la Corte Suprema para debilitarla, lograr la renuncia de Carlos Fayt y conseguir dos vacantes en el tribunal que le permitan negociar con el peronismo federal la incorporación de un juez oficialista. Sin una nueva vacante en el tribunal, el Gobierno no tiene una prenda de cambio para entregar y conseguir los votos que le faltan.

Pero el plan de Cristina Kirchner, obsesionada con tener algún tipo de control sobre los fallos de la Corte, tiene un escollo fundamental: Fayt está abroquelado a su silla y cuenta con el respaldo de amplios sectores de la Justicia y de la política. En el Gobierno son pocos los que creen que vaya a dejar su puesto.

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El otro escollo es que los K deberían lograr alinear a todos los aliados en el recinto y encolumnar a todo el peronismo federal. “Es una alternativa, hay que construir”, dijo una alta fuente del Senado. Pero es un año electoral, y varios del peronismo disidente juegan con Sergio Massa o Mauricio Macri, opositores acérrimos al Gobierno. Algunos senadores del peronismo federal reconocieron a PERFIL que están dispuestos a aprobar un pliego para reemplazar a Raúl Zaffaroni y a cualquier otro si es que la Casa Rosada propone a alguien “idóneo”. Para ellos, Roberto Carlés no era la persona adecuada. Sin embargo, al jefe de la bancada K, Miguel Angel Pichetto, le comunicaron que aceptarían acompañar a un juez oficialista siempre y cuando haya una vacante para el peronismo federal.

“No hay ninguna negociación”, dijo a PERFIL el senador Adolfo Rodríguez Saá, para alejar las suspicacias. En el bloque del peronismo federal evitaron aventurar sobre su posición frente a una eventual renuncia de Fayt, ya que aún aparece como una posibilidad lejana.
El Gobierno precisa ese bloque porque sabe que con la UCR y el PRO no llegará a buen puerto, ya que firmaron un acuerdo para no suplir las vacantes antes de 2016.

Reunión. En la Corte Suprema deslizaron que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el titular del tribunal se reunieron días atrás frente al pico de tensión entre ambos poderes.
“Tal encuentro no existió”, aseguran cerca de Lorenzetti. Sin embargo, tanto miembros del Poder Judicial como del oficalismo aseguran que ambos se reunieron un reciente atardecer, en la Quinta de Olivos, que se cruzaron reproches, y que el eje de la discusión fue el futuro del tribunal.

La jefa de Estado le recordó a Lorenzetti que habían acordado la puesta en marcha de la reforma del Código Civil y Comercial, en una suerte de alusión a los entendimientos alcanzados en el pasado. Incluso le remarcó que atento a la ley, tanto Lorenzetti cono Elena Highton de Nolasco, ambos redactores del texto, deberían ser recusados en cualquier causa civil y comercial que intervengan luego de la puesta en vigencia del Código. Tras los reproches, el presidente del Tribunal amagó el lunes pasado con presentar su renuncia. El mismo lunes dio una conferencia por el Código y se informó de un viaje a Roma ante la Cámara de Casación italiana, pero luego se suspendió.

No todos en el Gabinete están conformes con la estrategia de debilitar a la Corte. En primer lugar, porque consideran contraproducente atacar a Fayt, a quien ven como “un emblema dentro del mundo judicial. Eso te pone a sectores de la Justicia en tu contra”. En segundo lugar, porque no creen que sea el momento adecuado. “Este gobierno se está yendo. No tenemos poder”, se resignó una fuente del Poder Ejecutivo.
La directiva de Critina Kirchner es una: avanzar.

El ataque a Fayt es un tiro por elevación a Lorenzetti. La Presidenta ve en él a un enemigo que puede tener en sus manos, en el futuro cercano, causas sensibles de corrupción que la compliquen a ella o a su gabinete. La Corte Suprema volteó la lista de conjueces que podían ocupar las vacantes del máximo tribunal. Y reeligió a Lorenzetti hasta 2019, aún cuando su mandato vencía a fines de diciembre.

Una fuente importante del Gobierno le dijo a este diario que en caso de que se produzca la segunda vacante insistirán con Roberto Carlés, porque “es un pedido del papa Francisco”. En su momento, el Gobierno le ofreció a los Rodríguez Saá negociar la deuda de San Luis a cambio de Carlés. Eso no resultó. Del bloque opositor, hay uno que seguro no acompañará al Gobierno, el senador Carlos Reutemann, que está con el PRO. Juan Carlos Romero juega su interna contra el kirchnerismo en Salta. El resto no se sabe qué piensan. Tendrán que convencerlos.