La decisión del Gobierno argentino de presentar una nota diplomática de protesta ante la Cancillería uruguaya por autorizar a Botnia a extraer el doble de agua prevista del Río Uruguay fue vista con buenos ojos por los integrantes de la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú, que sin embargo aseguraron que el corte es indistinto a esta nueva alternativa judicial y "se hace" igual.
"Me puso muy alegre la noticia. Veo que el gobierno argentino está haciendo bien las cosas. Es la quinta violación al Tratado del Río Uruguay y por ese motivo se llegó a los cortes", dijo esta mañana a Télam el asambleísta José Pouler.
Marta Gorosterrazú, secretaria de la Asamblea, se manifestó en la misma línea al señalar que le pareció "muy bien" la decisión de recordar a Uruguay que están incurriendo en una nueva violación al autorizar unilateralmente a la empresa Botnia a extraer "un volumen significativo" de agua del Río Uruguay.
A pesar de reconocer el gesto del Gobierno de Néstor Kirchner, Gorosterrazú aclaró que "el corte se hace" y que "es mentira que el diálogo depende de que se levanten, porque cuando los levantamos por cinco meses no lo hubo".
"Nos quieren volver a cargar el problema a nosotros. La Asamblea cumplió cuando se pidió levantar el corte para permitir un diálogo, en mayo, pero el gobierno uruguayo no cumplió porque Botnia nunca suspendió la construcción de sus obras", dijo al respecto Pouler.
Ana Angelini, una abogada de la Asamblea, ratificó que "Argentina hizo lo que tenía que hacer", con una postura "firme" y "acompañando" el pedido del pueblo de Gualeguaychú.
La abogada de Gualeguaychú explicó que al autorizar el Estado uruguayo que la pastera finlandesa Botnia duplique la cantidad de agua que toma del Río Uruguay "se está potenciando la contaminación directa en el recurso compartido y se afecta el caudal de agua del río”.
Agelini reconoció que los cortes de ruta no son la medida más adecuada, pero asumió también que al pueblo de Gualeguaychú "no les quedó otra alternativa" que acudir al corte para llamar la atención de los gobernantes.