Para la jueza federal electoral, María Servini de Cubría, es imposible que en las elecciones de mañana en la Capital Federal haya fraude. “Está todo previsto, tenemos delegados de escuelas, está todo muy controlado”, expresó. Aunque añadió que no puede asegurar qué pasará en otros distritos, porque no están bajo su jurisdicción. Estimó, por otra parte, que este año el trámite de votar se va a demorar mucho más (ahora se expenderán troqueles a los ciudadanos) y finalizarán después de las 18, el horario oficial para cerrar las urnas. “Empezando que el padrón ya no es de seis hojas, sino de sesenta, y la autoridad de mesa va a demorar más en encontrar al votante –explicó–; segundo, cuando sale de emitir el sufragio tiene que firmar y, tercero, le tienen que cortar el troquel”, manifestó.
Sin embargo, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, consideró que no cree que se demorará el trámite. “No creemos que va a haber demoras, en la medida que la autoridad de mesa se familiarice con este nuevo padrón. El elector sale de votar, firma y le entregan el troquel. Es muy rápido, no creemos que haya ningún tipo de dificultad”, precisó ayer, en una conferencia de prensa.
Sobre los resultados, advirtió que “tres horas después del cierre del comicio se conocerán los datos provisorios. Los datos oficiales van a estar desde las 21, aunque se empiezan a cargar desde el cierre de la votación”.
Randazzo aclaró que desde cada establecimiento de votación se enviarán al centro de cómputos las actas que, por primera vez, serán escaneadas, lo que otorgará “mayor rapidez” al recuento.
Además, negó que los nuevos padrones y la obligación de firmar la planilla puedan provocar retrasos en los resultados. En elecciones anteriores hubo demoras y no por la modalidad, sino porque la gente iba al cuarto oscuro sobre la hora de cierre.