Aunque aún no terminó de cerrar un acuerdo con Nación por la quita de fondos de coparticipación federal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no perdió tiempo. Por un lado, desde fin del año pasado planteó un ajuste del gasto corriente de todos los ministerios y, a la vez, planea un incremento impositivo, en particular en Ingresos Brutos y, levemente, en Sellos.
Con la caída del Consenso Fiscal, el acuerdo de la Nación con las provincias para reducir impuestos que fue ratificado por el Congreso, Larreta no tiene impedimentos para aumentos. Según detallaron fuentes oficiales, se dará marcha atrás con la baja de Ingresos Brutos del año pasado y que, se suponía, era progresiva. En ese marco, la Ciudad planea recaudar unos $ 14.700 millones adicionales (aproximadamente la mitad de lo que podría perder por el recorte de coparticipación).
La estimación que realizó la AGIP, el ente recaudador, es que habrá $ 5.400 millones por servicios financieros (bancos), $ 4.000 millones de la industria, $ 1.300 millones por transporte y comunicaciones y unos $ 1.200 millones por la construcción, entre los principales rubros.
El proyecto de alza impositiva, que tendría despacho de la comisión de Presupuesto de la Legislatura la semana que viene y podría llegar al recinto en 15 días, implica que no habrá aumentos para la medicina prepaga bajo el argumento de que podría correrse a precios automáticamente. En cuanto a Sellos, el alza será del 0,25% para contratos ya gravados con IIBB.
Tanto ABL como Patentes no sufrirán subas. El viernes, Andrés Balotta, de la AGIP, aseguró que “la actualización del ABL seguirá en función de la inflación con cinco meses de antigüedad”.
Recorte. En cuanto al ajuste en la administración pública, el Ministerio de Hacienda que conduce Martín Mura dispuso un recorte del 3% a diciembre del año pasado y un 7% para marzo de este año en contratos de locación de servicios o denominados contratos políticos. Ya hubo ministros que pusieron el grito en el cielo por este tema.
Para ello, se armó una oficina de “eficiencia del gasto” que monitorea cada ministerio. El propio Larreta habló de esto hace quince días cuando abrió la reunión de gabinete de cada miércoles. Es más: aseguró que una de las vedettes de estos cuatro años sería cómo ser creativos ante la escasez de fondos.
Según fuentes oficiales, con el ajuste del 10% de gasto corriente se ahorrarían unos $ 1.000 millones con el recorte. Esto supone una serie de medidas adicionales, además del ajuste de los contratos:
◆ Trabajo área por área.
◆ Rearmado de los esquemas para nuevas licitaciones.
◆ Planes de financiamiento para obras públicas.
◆ Jubilaciones y retiros voluntarios para el personal.
En cuanto a las obras públicas, sin ayuda de Nación, el larretismo prevé “creatividad” para intentar sostenerlas. En principio, salvo el soterramiento del Sarmiento no habrá grandes obras nuevas.
En tanto, el 50% del Presupuesto porteño de $ 480 mil millones corresponde al personal. Con la Policía suman unos 160 mil empleados. Por ello, avanzan los retiros voluntarios como las jubilaciones.