Negocios son negocios y Brasil tiene múltiples negocios con la Argentina, como afirmó el presidente Jair Bolsonaro en el mismo Facebook Live en el que se burlaba de su vecino Alberto Fernández por decir que los brasileños salían de la selva. Y algunos de esos negocios involucran, además, a China, otra de las naciones contra las que tanto pataleó hasta que entendió su peso determinante a nivel comercial. En este caso, la Argentina y China confluyen en la construcción de un ambicioso proyectos de gasoductos para llevar energía de Vaca Muerta a Brasil y que avanza a paso firme.
Así lo confirmó Darío Martínez, el secretario de Energía, durante la apertura de unas jornadas relativas a su área organizadas por el Diario Río Negro. El funcionario se refirió al estratégico plan con el que se pretende unir la riqueza de Vaca Muerta con el sur del país vecino para el cual ya se firmó un Memorándum de Entendimiento en el marco del acuerdo binacional entre Argentina y China, junto a un consorcio de empresas chinas.
Bajo la coordinación de Power China, también conocida como Power Construction Corporation of China -una de las mayores empresas asiáticas de infraestructura especializada en proyectos de infraestructura y energía-, un grupo de firmas trabaja en la elaboración de los proyectos ejecutivos en torno a esta expansión. Una vez concluidos, detalló Martínez, deberán ser aprobados por su oficina para avanzar en una propuesta de financiamiento que deberá tener el visto bueno del Ministerio de Economía, la Secretaría de Financiamiento y Presidencia de la Nación.
“Aunque aún sean cálculos previos, este sistema tiene por fin ahorrar 1.150 millones de dólares anuales de divisas por sustitución de importaciones”
El proyecto forma parte del denominado Sistema de Gasoductos Transport.Ar Producción Nacional con el que se pretende incrementar la producción nacional y disminuir las importaciones, en particular, las que provienen de Bolivia. De lo que se trata es de extender la red desde las regiones productoras hasta la periferia del país a fin de revertir el flujo energético y no solo dejar de comprar a los vecinos sino venderles del gas nacional.
“Diseñamos así un sistema de gasoductos que tiene por objeto sustituir todas las importaciones de GNL, reemplazar la declinante producción boliviana, y abastecer con gas natural a todas las centrales térmicas para reemplazar la utilización de combustibles líquidos nacionales y, básicamente, importados”, explicó Martínez. Y añadió que “aunque aún sean cálculos previos, este sistema de gasoductos y obras complementarias tiene por fin ahorrar 1.150 millones de dólares anuales de divisas por sustitución de importaciones, y producir un ahorro fiscal anual de unos 600 millones de dólares”.
En lo que respecta a Power China y el tendido final, comprende obras que refuerzan el Gasoducto San Martín para aumentar la capacidad de transporte del gas de la Cuenca Austral, un nuevo Gasoducto Central desde Tratayén, pasando por Salliqueló hasta Ramallo o San Jerónimo, consolidación y ampliación de la capacidad de transporte hasta Uruguayana, refuerzos en tramos finales de GBA, una repotenciación del GNEA hasta Salta, un gasoducto entre La Mora y Tio Pujio, y la reversión del Gasoducto Norte que se hará en etapas congruentes con la necesidad de continuar trayendo el gas desde Bolivia.
En paralelo, durante el encuentro Martínez repasó las labores respecto a la sanción de una futura ley de promoción de inversiones hidrocarburíferas. Comentó que completaron una primera ronda de conversación con las autoridades provinciales, empresas productoras, gremios y pymes para recabar su percepción respecto a los puntos y necesidades que debería cubrir la norma y, a partir de ello, se elaboró un primer borrador que debe ser validado. La meta es lograr un consenso de todos los sectores, recalcó el funcionario.
“El proyecto se construye sobre una larga vigencia durante la cual se garantiza estabilidad en materia fiscal, arancelaria y cambiaria, así como de las normas regulatorias”, dijo el funcionario. Y aclaró que “abarca instrumentos destinados a promover la producción y exportación de petróleo, garantizando simultáneamente el abastecimiento de la demanda interna y la exportación de una proporción variable y creciente en relación a incrementos individuales y colectivos de producción, y de otros aspectos como grado de cobertura del mercado interno y esfuerzo por sostener la producción convencional”.
Diseñaron un borrador para una futura ley de promoción de inversiones hidrocarburíferas a partir de una ronda de consulta con todos los sectores.
En materia de gas natural, la iniciativa aspira a garantizar el abastecimiento de la demanda interna a través de contratos plurianuales a la par que potencia y garantiza exportaciones firmes por complementación estacional y por producción excedente y la posibilidad de mantener un porcentaje de divisas en el exterior para saldar compromisos de repago de financiamiento o importaciones vinculadas con las inversiones realizadas, aclaró el funcionario.
Por último, acorde a lo expuesto por Martínez, fija mecanismos de tratamiento diferencial en materia de Impuesto a las Ganancias, IVA y derechos de importación, garantizándoseles exportación en firme y disponibilidad de divisas para proyectos especiales con pisos mínimos de inversión destinados a proyectos de exploración de gas y petróleo convencional, producción no convencional, depósitos subterráneos de gas natural, medianos y grandes proyectos de GNL en toda su cadena, otros grandes proyectos de industrialización del gas natural y destinados a producción off shore.