El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuestionó el martes la obligatoriedad de la vacunación contra el coronavirus así como la necesidad de realizar campañas publicitarias para incitar a la población a inmunizarse, junto a demás medidas sanitarias relacionadas.
"¿Ahora (quieren que) la vacuna sea obligatoria en Brasil? (..) sin comentarios", declaró Bolsonaro desde el Palacio de Alvorada, la residencia oficial de Brasilia. Sin embargo, no es la primera vez que se muestra crítico de ello. Lo había hecho ya en febrero de 2020.
Durante aquel mes, insistió en que dicha vacunación obligatoria atenta contra la "libertad" y del derecho a "decidir" de cada ciudadano. Es por ello que el propio presidente de Brasil no se aplicó el inmunizante hasta el momento, pese a tener 66 años.
Sus cuestionamientos al fármaco contra el Covid fueron reiterados también en tiempos recientes: una semana atrás remarcó que la vacuna es "experimental" y su eficacia no está garantizada, a diferencia de otros métodos como la ingesta de hidroxicloroquina.
Bajo la misma línea, su hijo Eduardo Bolsonaro afirmó también que la vacunación obligatoria es algo tan autoritario. Bajando el mensaje "a tierra", realizó una comparación repudiable: "Es como tratar de internar compulsivamente a los adictos al crack".
Hasta el lunes, al menos 55,7 millones de personas que recibieron el antídoto, de las cuales 23,7 millones se aplicaron las dos dosis. Esto significa que el 11,21 % de la población de aquel país ya está completamente inmunizada contra el coronavirus.
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Mientras tanto, en grandes capitales como Brasilia y Rio de Janeiro las autoridades sanitarias informaron de un importante número de personas que se colocaron la primera dosis, pero no se presentaron para recibir el segundo componente.
Especialistas señalan que esa actitud de parte del público responde a varias causas, como justamente la falta de campañas de información para que se tome conciencia de que no basta con la aplicación de una sola dosis para contener la pandemia.
Asimismo, el diario Folha de San Pablo reveló, con base en informaciones oficiales, que el gobierno de Jair Bolsonaro no utilizó 52 millones de reales (10 millones dólares) destinados al financiamiento de campañas publicitarias sobre el Covid -19.
Según el medio local, el gobierno "desvió" ese dinero para propagandizar acciones del mismo presidente. "Ahora resulta que destinar recursos de un lugar a otro lo llaman desviar", criticó Bolsonaro. Y reforzó, "¿alguien necesita más propaganda en TV sobre el Covid?".
JFG