POLITICA
memorándum con irán

Bonadio metió preso a Zannini, pero salvó a cuatro hombres del espionaje

Al ex juez Yrimia, señalado por actuar para la SIDE, ni lo procesó. A los ex jefes de la AFI Parrilli y Mena, y al supuesto espía Allan Bogado, los dejó afuera de la cárcel. Video.

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Esposas, chaleco y casco. El ex secretario de Legal y Técnica de los doce años kirchneristas fue trasladado ayer desde Río Gallegos a la cárcel de Ezeiza. Viajó en un vuelo de Aerolíneas Argentinas al Aeroparque, pasó por los tribunales de Comodoro Py y terminó en prisión. | cedoc

En la batalla que decidió librar el juez federal Claudio Bonadio para dar con los culpables de la denuncia que hizo el fiscal Alberto Nisman antes de morir, hubo ganadores y derrotados. Pero el principal perdedor se llama Carlos Zannini, considerado el arquitecto legal detrás del Memorándum con Irán, que según el juez buscaba encubrir a los iraníes prófugos de la masacre de la AMIA y traicionar así a la patria.

Zannini, hoy preso, no aparecía ni en la denuncia original de Nisman ni en el dictamen del fiscal Gerardo Pollicita cuando pidió indagatorias. Pero Bonadio lo incluyó en las citaciones y lo encontró responsable de encubrimiento y traición a la patria por su rol en el gobierno K. Zannini fue secretario de Legal y Técnica de la Presidencia entre 2003 y 2015. La ex presidenta lo ungió candidato a vicepresidente para las elecciones de 2015, un claro mensaje para continuar su poder si Daniel Scioli llegaba al sillón de Rivadavia. La historia fue otra: Mauricio Macri ganó las elecciones y la ahora senadora enfrenta un pedido de detención por un juez que ya la procesó dos veces. Su suerte ante una votación de desafuero depende del apoyo de la bancada que conduce el justicialista Miguel Pichetto, quien la expulsó del bloque 24 horas antes de que Bonadio firmara su procesamiento con prisión preventiva.  

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Fue la firma del Memorándum, en 2013, lo que vino a romper el escenario que se había armado entre el gobierno de Cristina y la calma de los expedientes en Comodoro Py. A partir de ese momento se radicalizaron el proyecto de Cristina y su embestida contra la Justicia. Ese año dejaron de circular por el edificio de Retiro los clásicos operadores judiciales y comenzaron a desfilar otros. Según publicó en aquel momento Infobae, los nuevos personajes respondían directivas de Zannini.

Legal y Técnico. Bonadio no sólo dijo que Zannini tuvo “una intervención activa en todo el proceso de elaboración y puesta en marcha del Memorándum”, sino que aseguró que “no resulta creíble” que esa tarea hubiera quedado en manos de Timerman “sin tener siquiera la mínima formación universitaria, mucho menos ningún conocimiento jurídico”. Reuniones claves en la Casa Rosada y la declaración del ex jefe de Gabinete y hoy senador Juan Abal Medina no lo ayudaron: “En el caso del memorándum, básicamente la ex presidenta lo llevó con el canciller Timerman y supongo que también Zannini”, dijo Abal Medina. Bonadio tambien escuchó con atención al espía Antonio Stiuso. Como testigo, contó que en 2012 Francisco Larcher “le habría solicitado a Nisman” que fuera a la Rosada “para hablar con Zannini”, y allí se le habría ordenado frenar presentaciones en la causa AMIA porque la presidenta iba a hablar en la Asamblea de la ONU.  Así fue: CFK le anunció al mundo que había ordenado a su canciller iniciar un proceso de negociación con Irán.

El imputado que falta. La ausencia de Zannini en los dictámenes fiscales se contrapone con el del imputado por Nisman y Pollicita que no fue incluido en el listado de procesamientos del juez. Se trata del ex juez Héctor Yrimia, el único que contó con esa  buena estrella. Nisman lo había señalado por supuestamente actuar para la ex SIDE, mientras que Pollicita aseguró que el ex juez había sido fiscal en los primeros tiempos de la causa y tuvo un rol “estratégico”  en la vinculación con el mundo iraní.

Presos y libres. Aunque hubo procesamientos para la mayoría y falta de mérito para cuatro miembros de Cancillería, las prisiones preventivas se activaron sólo para CFK (en suspenso a la espera de desafuero), Zannini, Timerman (con arresto domiciliario por razones de salud), el piquetero Luis D’Elía, el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y el lobista iraní Yousef Khalil. A CFK, D’Elía y Esteche les jugaron en contra procesamientos y condenas previas. Y también la novedosa doctrina Irurzun, que encarceló al ex ministro Julio De Vido y al ex vicepresidente Amado Boudou.  Los que esperaron con temor a la policía en sus casas en la madrugada del jueves y “zafaron” de la preventiva aunque no de los procesamientos fueron los ex jefes de la AFI Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, la ex procuradora Angelina Abbona, el ex vicecanciller Eduardo Zuain, el diputado de La Cámpora Andrés Larroque y el espía outsider Ramón Allan Bogado, quien le dijo a Bonadio que los iraníes financiero la campaña de CFK en 2011.

Legisladores a salvo. Muchos de los legisladores que deberán analizar el desafuero de Cristina, curiosamente, votaron el Memorándum con Irán, que escondía un plan de impunidad para los iraníes de organizar el ataque a la AMIA. Fueron denunciados junto a CFK y Timerman por traición a la patria, la causa-llave para que Bonadio abriera la denuncia de Nisman (tras el cierre del juez Daniel Rafecas y los integrantes de la Sala I Eduardo Freiler –ya desplazado- y Jorge Ballestero). Los legisladores explicaron, cuando declararon como testigos, que votaron el pacto porque lo pedía la Casa Rosada. Bonadio se encargó de dejarlos a salvo, al señalar que según explicaron “no tenían conocimientos adicionales sobre el proceso de toma de decisiones y ulteriores objetivos perseguidos por el Ejecutivo”.

Su abogado anticipó que el lunes apelará la prisión preventiva

Carlos Zannini es el único de los que han caído presos en la última saga de prisiones preventivas que ya estuvo tras las rejas. Fue durante la dictadura y su reclusión duró cuatro años en dos cárceles de Córdoba y La Plata. Quizás por eso y por sus conocimientos legales ni siquiera pensó en pedirle a su abogado defensor que le reclame al juez Claudio Bonadio la excarcelación. “No tiene sentido”, dijo a PERFIL el abogado de Zannini Mariano Fragueiro Frías, en la puerta de los desolados tribunales de Retiro, a donde había llegado a primera hora del feriado para ver a su cliente.

Zannini había sido arrestado en la madrugada del jueves en Río Gallegos y su arresto por supuesto encubrimiento a Irán y traición a la patria despertó el alerta para todos los imputados.  Fue el propio Zannini el que se presentó en la comisaría de Río Gallegos cuando en la tarde del miércoles vió que un auto lo estaba siguiendo. En la comisaría preguntó si había una orden de detención con su nombre. “No, sólo tareas de inteligencia”, le contestó la policía a la persona a la que, precisamente, debían seguir.

Más tarde llegaría la detención de Luis D’Elía (quien aguarda respuesta al planteo de arresto domiciliario), Youssef Khalil y de Fernando Esteche, y el pedido de desafuero y arresto para Cristina Kirchner.

A la madrugada del viernes, se concretó el trasladado a Buenos Aires, vía Aerolíneas Argentinas, y su remisión a la alcaidía de Comodoro Py 2002. Con chaleco y sin casco, el ex funcionario K llegó a las 6.40, tan temprano que tuvieron que pedirles a los penitenciarios que se presentaran antes a trabajar en un día feriado. Dos médicos lo revisaron y le tomaron las huellas digitales en un edificio desierto, donde se lo notificó de su situación. “Zannini es una persona muy dura. Está bien y no pidió nada. Sólo tiene algunos problemas de glucemia”, afirmó su abogado.

A las 8.40, lo subieron al celular que lo condujo hasta el Hospital Penitenciario de Ezeiza para ser revisado durante 48 horas. Quedará en esa cárcel, en donde ya cumplen prisión Amado Boudou y Lázaro Baez. De sus coimputados, en Ezeiza quedó  Khalil, mientras que a D’Elía y Esteche se los alojaron en Marcos Paz , el complejo en donde está preso el ex ministro Julio De Vido y su segundo Roberto Baratta, entre otros (ver página 6).

Ahora, Zannini apelará el lunes el procesamiento y prisión a la Sala II de la Cámara Federal en busca de derribar que existió encubrimiento y traición a la patria. “Gracias a Dios, la Justicia tiene varias instancias”, dijo su defensor.