Obreros de la Fundación Madres de Plaza de Mayo reclamaron este jueves a la titular de la entidad, Hebe de Bonafini, por sus haberes adeudados, hecho que no impidió que las madres dieran su habitual ronda de los días jueves en la Plaza de Mayo. La Policía Federal impidió sin embargo que los empleados increparan a la titular de la Fundación.
Con cánticos, agravios y reclamos por sueldos atrasados, unos treinta empleados de la Fundación trataron sin éxito de acercase a Bonafini al ser contenidos por una nutrida guardia policial, en la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen y Defensa.
Este hecho no impidió que Hebe de Bonafini, junto a más de una docenas de integrantes de las Madres de Plaza de Mayo, completaran la ronda que habitualmente realizan los jueves a la Pirámide de Mayo.
La concentración de los obreros que fueron contratados oportunamente en las obras de construcción de la Fundación se produjo inicialmente este mediodía en la sede porteña de la entidad, ubicada en Hipólito Yrigoyen al 1500, frente a la Plaza del Congreso.
Desde allí, se trasladaron en subte hasta la Plaza de Mayo a la espera de contactar a Hebe de Bonafini durante la caminata que realizan las Madres en la céntrica plaza desde hace 34 años.
Los obreros fueron demorados por la policía varios minutos en la estación terminal del subte de la Línea A, próxima a la Casa Rosada, y cuando lograron subir hasta la Plaza buscaron tomar contacto con la titular de la firma Sueños Compartidos, cuya actividad estaba dedicada a la construcción se viviendas sociales.
Un nutrido grupo policial, compuesto por efectivos de calle -vestidos con chaleco naranja- y otro de la Guardia de Infantería lograron mantener a distancia a los obreros de Hebe de Bonafini, que fue víctima de cánticos, agravios y el reclamo de sueldos atrasados. La presencia policial impidió así que los obreros pudieran acercarse a Bonafini y también a la carpa azul, con el típico logo del pañuelo blanco, instalada por la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo en la esquina de Rivadavia y Reconquista.
Los cánticos y reclamos de los obreros al ritmo de "¡la Fundación, la Fundación, se va a la puta que lo parió!", fueron vigilados de cerca por la policía. Sin embargo, el escrache no impidió que las Madres de Plaza de Mayo, encabezadas con Hebe de Bonafini, dieran la habitual ronda a la Pirámide.