"Guarda con lo que hacés", le dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a su vice, Amado Boudou, antes de delegarle el mando del país para someterse a la operación de un carcinoma que resultó no ser tal. Por eso, mientras la mandataria completa su licencia, el economista continúa su agitada agenda intentando mostrarse activo y sin despertar suspicacias en el oficialismo.
Después de firmar medio centenar de decretos presidenciales y de meterse de lleno en el armado bonaerense por orden de Cristina, el viernes Boudou visitó Olivos para interiorizarse por la salud de la mandataria y luego se reunió con el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
La agenda del presidente en funciones siguió con todo este lunes: por la mañana inauguró la central termoeléctrica Barragán en el partido bonaerense de Ensenada. Lo acompañaron el gobernador Daniel Scioli, su vice Gabriel Mariotto y el ministro de Planificación Julio De Vido.
Tras la inauguración, Boudou habló de la salud de la presidenta: “Cristina ha tenido una evolución más que favorable, el cambio de pronóstico de su enfermedad es algo que ha puesto contento a todos los argentinos”, sostuvo ante la agencia oficial Telam, y agregó que “la verdad es que todos estábamos preocupados hasta que tuvimos un nuevo diagnóstico que nos dejó con una tranquilidad total, para seguir hacia adelante”.
Horas después, acompañó al mismo De Vido en una conferencia de prensa en la que anunciaron una denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) sobre presunto abuso de posición dominante en el mercado de combustibles. "Este Gobierno siempre va a estar del lado de las mayorías, enfrentando a los monopolios", proclamó Boudou.
A la tarde, en la explanada de la Casa de Gobierno, Boudou se subió a una autobomba de origen nacional fabricada por Mercedes Benz y la pyme Tecin. El vicepresidente Amado Boudou aseguró que con este tipo de emprendimientos se está “asistiendo a lo que la Presidenta llama sintonía fina”.