Bullrich prepara la polarización con Massa y respuestas a Milei
Se estuvo preparando con Lombardi, Laura Alonso, Amadeo y Arenaza. Se sumaron los consultores Raffo y Hampton. Macri fue a visitarla el viernes con un regalo y a presenciar la última práctica. La estrategia con el candidato de La Libertad Avanza y los ejes con los que apuntará al oficialismo. El clima que generó el debate en la calle.
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Télam
Cerca del mediodía del viernes Mauricio Macri se acercó a los estudios de TV que alquiló el equipo de Patricia Bullrich para practicar para el debate. Llegó con unos chocolates de La Pinocha y se quedó, a un costado, escuchando la simulación. Aportó algunas ideas, insistió con el concepto de “equipo” y salió conforme.
“La clave es que sea ella, nada de coaching”, la definen en su entorno.
Con todo, Bullrich encarará hoy uno de los mayores desafíos de la campaña con el debate en el que se enfrentará, especialmente, a Javier Milei y a Sergio Massa. Entre los invitados para acompañarla, con solo 20 lugares, su jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, privilegió a María Eugenia Vidal y a los gobernadores, electos y actuales, de Juntos por el Cambio.
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Por su lado, el propio Macri (quien se tomó unos días en el exterior), Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri estarán el domingo 8 de octubre en la Facultad de Derecho de la Ciudad en el segundo debate.
En la práctica del debate, Bullrich se mostró “segura y confiada”, según cuentan cerca de ella. Para representar a Milei estuvieron Hernán Lombardi y un colaborador suyo; de Massa hizo el propio Arenaza, de Juan Schiaretti hizo Eduardo Amadeo y la gran sorpresa la dio Laura Alonso, quien imitó a Myriam Bregman levantando su puño y hablando de Santiago Maldonado. “Al final eras zurda”, le dijeron al terminar el último ensayo, a modo de broma, ante la sonrisa de la candidata a presidenta.
Además del estudio de TV en Urquiza también se usó el subsuelo de la sede del PRO en Balcarce 412, a pocas cuadras de la Casa Rosada.
La estrategia estuvo a cargo de Derek Hampton, el “Duran Barba” de Bullrich, y de Guillermo Raffo, quien vive en Brasil y es experto en el ascensor de Jair Bolsonaro. A ellos se les sumaron, para los contenidos, a Alberto Fohrig, jefe de los equipos técnicos, y el dirigente Martín Siracusa en la coordinación junto a unos 20 asesores.
Su voz está mejor: hace una semana que un resfrío la obligó a vivir entre té con miel y pastillas para la garganta.
“Los debates, históricamente, reafirman posiciones, pero creemos que esta vez se armó una expectativa diferente para este debate”, confía uno de los colaboradores más cercanos a la candidata presidencial.
Es más: en las últimas recorridas con la “patoneta”, la camioneta Mercedez-Benz por la cual se traslada, hubo gente que le dijo a Bullrich: “Fuerza; en el debate te vamos a ver” o “te vemos el domingo”. No se habían registrado este tipo de frases en otras campañas de JxC.
En términos del intercambio entre candidatos, está prevista una fuerte polarización con Massa y el oficialismo apuntando a la economía, la lucha contra la inseguridad y la corrupción, focalizada en la vicepresidenta Cristina Kirchner. Por su lado, con Milei está previsto que responda si es que es atacada, pero no habrá una estrategia de confrontar de manera directa, salvo en alguna “contradicción” de sus planes.
