POLITICA
Lava Jato Argentino

Buscan concretar un acuerdo con Odebrecht por las coimas

Se conformará un equipo bilateral con los fiscales del Lava Jato. Negociaciones entre abogados y el fiscal. Puede demorarse meses.

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Farragoso. Para las autoridades, la empresa dificultó en las últimas semanas el acuerdo. La firma pide inmunidad. | Cedoc Perfil

El acuerdo entre la Justicia y la constructora brasileña Odebrecht se tensa, pero nadie tira la toalla. Mientras los escándalos de coimas se apoderan de Brasil y hacen temblar al presidente Michel Temer, los coletazos al sur de Brasilia se enredan en el fango en busca de una salida. ¿Qué traba el avance? Lo que Odebrecht considera un “acuerdo de cooperación amplio y eficaz” para aportar las pruebas de los US$ 35 millones en sobornos pagados a funcionarios argentinos entre 2007 y 2014, para los fiscales argentinos “es inviable” en los términos planteados hace pocos días por la constructora brasileña. Así lo aseguraron a PERFIL los funcionarios del Ministerio Público Fiscal.

A pesar de ese escenario, el caso no deja de ser la oportunidad para que la Justicia exponga el sistema naturalizado de coimas para acceder a la obra pública. Tanto la empresa como parte de los fiscales buscan que el acuerdo sea posible. Además, los investigadores recibieron en los últimos días una buena noticia: Brasil aprobó la conformación de un equipo bilateral de investigación. Fue a pedido del fiscal Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), quien desde hace dos meses lleva adelante las negociaciones con Odebrecht. El equipo estaría integrado por uno de los fiscales brasileños del Lava Jato, el propio Rodríguez y al menos uno de los fiscales federales que interviene en las causas contra la empresa. Servirá para el intercambio directo de información y documentación y será clave cuando llegue la hora de preparar los interrogatorios.

El acuerdo con Odebrecht, aseguran las autoridades, está trabado pero sigue siendo posible. Se extenderá al menos varios meses, más allá del 1º de junio, la fecha en que Brasil comenzaría a liberar las pruebas sobre el pago de coimas en Argentina y otros diez países. Las partes están lejos de rendirse: el fiscal Rodríguez y los abogados de Odebrecht, como Pablo Maggio, mantienen reuniones y conversaciones cada diez días con el objetivo de acercar posiciones. La empresa se compromete a entregar todas las pruebas que dio en Brasil y a confesar los delitos. Asegura que sin su colaboración, será más que difícil avanzar contra los funcionarios y cree que sin un acuerdo firmado, Brasil no enviará ninguna prueba.

La posibilidad de este acuerdo también es una señal al poder político, empresarial y hacia adentro del Poder Judicial, muchas veces autocondicionado a la hora de avanzar contra grandes empresas. Hay alrededor de cien compañías de la construcción involucradas en el capítulo argentino del Lava Jato y varios ex funcionarios kirchneristas.

La empresa es el eje de las causas que llevan adelante los fiscales Federico Delgado, Franco Picardi, Gerardo Pollicita y los jueces Daniel Rafecas, Sebastián Casanello y Marcelo Martínez de Giorgi, entre otros. Delgado viene siendo uno de los activos: entrevistó por primera vez al cuevero brasileño Leonardo Meirelles, quien transfirió millones de dólares en coimas y apuntó al jefe de la AFI, Gustavo Arribas. La presentación de Odebrecht proponiendo un acuerdo se hizo dos días antes de esa videoconferencia. Generó un efecto adverso, que retrasó las posibilidades de avanzar sobre el acuerdo porque puso condiciones “imposibles” de cumplir para los fiscales.

El objetivo es acordar con los ejecutivos de Odebrecht que operaron en Argentina y que ya confesaron haber pagado sobornos en este país ante las autoridades de Brasil y los Estados Unidos. Los arrepentidos deberán ampliar sus declaraciones. Odebrecht quiere inmunidad para quienes declaren. La Ley del Arrepentido sólo permite a los fiscales reducir las penas y otorgar excarcelaciones, como en el caso de Leonardo Fariña. Sobre este gris ya están conversando las partes.

La empresa apela a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que garantiza que los imputados no pueden ser perseguidos dos veces por los mismos hechos, porque la Justicia en Brasil ya los habría condenado por los pagos en Argentina. La legislación local también prohíbe la doble incriminación y es uno de los puntos para reencausar la negociación.

Hay otras cuestiones: la empresa pide que la Argentina firme por adelantado un compromiso para proteger a sus ejecutivos. Pero los fiscales aún no saben qué pruebas aportaron en Brasil sobre los funcionarios argentinos y no pueden comprometerse a un acuerdo antes de garantizarse que las pruebas y testimonios serán útiles, comprobables y apunten a las máximas autoridades. Los fiscales están dispuestos a evaluar el alcance del acuerdo una vez que las pruebas estén sobre la mesa.

Otro de los puntos de conflicto es el futuro económico de Odebrecht. La firma no concibe la posibilidad de dejar de operar en el país. En Brasil, la ley permite un acuerdo amplio, que incluye un acuerdo económico. Odebrecht seguirá operando. En Argentina, ese combo no es posible. Los fiscales no pueden ofrecer una amnistía que le permita a la constructora seguir operando en las obras ganadas con el pago de coimas y presentarse a nuevas licitaciones.