La precandidata a renovar su banca en Diputados Elisa Carrió profundizó hoy el enfrentamiento con sus rivales internos del frente UNEN, a quienes pidió que no "chicaneen" y no la tilden de "denunciante profesional" como "hace el poder" y los instó a ir a la Justicia por cada "delito" que adviertan en el seno del Gobierno nacional.
"Yo nací para hacer lío y gracias a los que hacemos lío porque, si no, estos se roban todo en el silencio cómplice de toda la clase política", disparó y repudió la "cobardía" y la "hipocresía política porque en campaña -alertó- todos hablan contra la corrupción y después todos negocian por abajo".
En diálogo con radio Mitre, la chaqueña sostuvo que si bien en el frente UNEN a los postulantes los iguala "el respeto irrestricto de la Constitución, lo que nos diferencia es que algunos hemos tenido el coraje de denunciar hechos de corrupción y otros no lo han tenido".
Añadió que, en ese espacio opositor, también hay "algunos que son más blandos con el kirchnerismo, que han dialogado con el kirchnerismo, han ido a actos y han entregado victorias en el kirchnerismo -como los que fueron al diálogo con el ministro (del Interior, Florencio) Randazzo-, y hay otros que hemos sido más duros". Al volver a hacer blanco de sus críticas a Alfonso Prat Gay y a Martín Lousteau, entre otros de sus principales adversarios internos, la chaqueña reconoció que su actitud le puede hacer "perder votos" en las elecciones primarias de agosto, pero se manifestó convencida de que con su postura está contribuyendo al "debate democrático".
"Me parece muy injusto que ellos o que muchos repitan lo que repitió el poder: 'Carrió es una denunciante profesional'.¿Saben por qué? Porque esa es la forma de esconder la propia cobardía. Entonces no chicaneemos", remarcó, en un mensaje a sus rivales de UNEN.
En las últimas horas, Carrió calentó el frente que integra al recordar que Prat Gay "jamás" le "firmó una denuncia por corrupción" y reprocharle a Lousteau, exministro de Economía, haber sido el "autor de la resolución 125" que provocó el extenso conflicto entre el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el campo. La diputada nacional explicó este mediodía que no está en su ánimo "romper nada" y que esta discusión que ella misma desencadenó no se le fue de las manos sino que sino que fue "a propósito" para provocar un debate entre sus sus adversarios internos y "corregir cosas juntos". "Yo he peleado sola contra la corrupción, sola con la crítica enorme hasta de autoridades partidarias y del bloque y gracias a eso, a vos (por el periodista Jorge Lanata que le hacía el reportaje) y a nosotros hoy el pueblo sabe quien nos robó", resaltó.
Carrió añadió: "Yo también quiero ese debate frontal, porque yo me enfermé por luchar 20 años sola. Quiero que ahora en el espacio UNEN digan: 'cuando hay un delito lo vamos a denunciar todos', porque no puede ser que la carga la lleve uno y los demás digan: 'yo me preparo para gobernar'. Esto no es así".
"Lo único que deseo es un debate abierto, como en las democracias occidentales; esta discusión hay que darla. En la vida hay que elegir -dijo, entre risas, al darse cuenta que había recurrido al slogan de campaña del oficialismo- y acotó: "porque si no, los 'ni' son un problema en la política y en la sociedad argentina".
Al insistir en que su propuesta es "contribuir al debate democrático", Carrió se preguntó: "¿Qué le vamos a oponer al cristinismo? ¿La democracia u otra forma de autoritarismo? Yo le quiero oponer una democracia".
"Yo no me peleé (en UNEN), lo hice a propósito -repitió-. Lo que pasa es que nosotros estamos en un espacio profundamente autoritario donde hay una presidenta (Cristina Fernández) que disciplina un espacio, que es el kirchnerismo. Y donde la lógica de espejos es que hay que disciplinar la oposición y esto no es así".
"La única paz intolerable es la de los cementerios, pero allí hay unanimidad porque no hay voces", argumentó.