Desde exámenes PCR de otra persona y certificados médicos de distintos estudios hasta facturas de compañías de telefonía celular, un menú de bebidas e, incluso, una guía de usos del Espacio Público del Gobierno de la Ciudad. Estas son algunas de las insólitas presentaciones que el Gobierno detectó de turistas y residentes argentinos en el exterior al momento de pedir autorización para ingresar al país en el sistema en el que deben presentar un test negativo de coronavirus.
¿Se pueden presentar estudios falsos? ¿Quién controla la documentación solicitada? El arribo de un vuelo proveniente de México en el que se detectaron 44 jóvenes con COVID-19 positivo, y la llegada de otro vuelvo del mismo país con más de 30 alumnos infectados, encendieron las alarmas sobre la posibilidad de que los turistas presenten certificados falsos y hasta documentación que nada tiene que ver con el estudio solicitado.
Semanas atrás, el Ministerio del Interior (que verifica los datos migratorios) encontró diferentes irregularidades en el sistema de carga que está bajo control del ministerio de Salud. “Se llevaron a cabo tareas de relevamiento de información a los fines estadísticos, en las cuales se ha detectado que en distintos supuestos, la documentación relativa al estado de salud adjuntada por las personas autorizadas a ingresar en sus declaraciones juradas, no resultaría consistente con las exigencias establecidas por la autoridad sanitaria”, se detalló en la denuncia judicial realizada por la Dirección Nacional de Migraciones.
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Según el expediente “en la mayoría de los casos, o bien presentaron examen PCR de otra persona o vencido, o certificados médicos que nada tenían que ver con el PCR, o certificado de otro tipo de test o factura de realización del trámite e incluso u otra declaración jurada, y hasta facturas de compañías de telefonía celular, un menú de bebidas e incluso, una Guía de usos del Espacio Público del Gobierno de la Ciudad”,
Desde la cartera que conduce Carla Vizzotti explicaron que “cuando los viajeros argentinos se van del país firman una declaración jurada de egreso en la cual se hacen responsables de que están asumiendo un viaje riesgoso y se hacen responsables de los imprevistos que puedan aparecer en relación a su salud, como en el caso de la aparición de síntomas compatibles con COVID-19 que impedirá el regreso”.
Al regreso, los pasajeros residentes deben presentar una PCR negativa con 72 horas de anticipación al vuelo y agregarla a una declaración jurada de salud del viajero con 48 horas de anticipación al vuelo.
“La responsabilidad por falsear las declaraciones o la documentación agregada a ellas recae en los viajeros ya que los países no tienen en general una instancia o autoridad validante del certificado. Los controles verifican la consistencia de fecha datos filiatorios y resultado pero la autenticidad del documento recae en el declarante”, detallan desde el Ministerio de Salud.
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También explicaron que “la aerolínea es la encargada de chequear antes del ingreso al avión que el pasajero tenga un PCR negativo”. A partir de la detección del arribo de turistas con coronavirus, desde el área que comanda Vizzotti se abrió una investigación sobre la posibilidad de que los test sean falsos.
“Yo tengo la prueba de que los certificados fueron hechos al menos en un laboratorio trucho”, escribió la periodista Nancy Pazos en la red social Twitter. Junto a Diego Santilli son los padres de Nicanor, uno de los estudiantes que arribó de Cancún infectado. Las pruebas falsas en México se conseguirían por 40 dólares.
“Hay preocupación por los argentinos que, aún ante el contexto regional de aumentos de casos y la aparición de nuevas cepas, todavía analizan viajar al exterior”, informaron ayer desde la Casa Rosada después de una reunión entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
El Gobierno estudia nuevas restricciones aunque remarcaron que “desde diciembre están cerradas las fronteras, ya que se habían suspendido autorizaciones que se hubieran otorgado para ingresos y egresos a través de los pasos fronterizos habilitados, salvo para el ingreso de residentes y ciudadanos argentinos”.