Por segunda vez consecutiva, los casos confirmados de Covid-19 en la última semana en el Conurbano bonaerense volvieron a subir, ratificando así la tendencia que se empezó a visualizar hace siete días y que enciende luces amarillas. Además, también volvieron a bajar la cantidad de test realizados, lo que vuelve a poner la mira en el déficit en la única herramienta mundialmente reconocida para hacer frente a la pandemia mientras se espera por las vacunas.
Entre el martes 2 y el lunes 8 de marzo, en los 35 municipios que conforman el AMBA se detectaron 13.205 casos nuevos, superando los 12.900 de la semana pasada y los 11.900 de la anterior. Es una cifra que sigue estando lejos de los 34.000 que hubo en el pico de agosto e incluso de los 20.000 de la breve ola de enero. No obstante, es una cifra que los especialistas advierten que sigue siendo elevada, sobre todo para entrar en la temporada de frío con el virus con alta circulación.
Con una campaña de vacunación que viene avanzando a pasos más lentos de lo esperado (más allá de todas las denuncias de vacunados vip o jóvenes que ya lograron vacunarse), los epidemiólogos ya advierten que una segunda ola está a la vuelta de la esquina. El aumento de casos en países vecinos como Brasil, Paraguay o Uruguay también son llamadas de atención.
Y en ese marco, la mejor herramienta conocida hasta ahora para minimizar el impacto es reforzar los operativos de testeos. Hace dos meses, en el Conurbano se llegó a realizar más de 60 mil hisopados por semana. En los últimos días esa cifra bajó a 50.269 y acumula así 8 semanas consecutivas en retroceso.
Eso se ve reflejado también en la positividad. La cantidad de testeos que confirman el diagnóstico de Covid-19 se elevó al 26,5%, cifra que vuelve a alejarse de la meta que propone la Organización Mundial de Salud que es que sea menor al 10% para saber que se está teniendo una campaña de rastreo exitosa.
En este punto, la Ciudad de Buenos Aires también mostró una fuerte caída de los testeos. Pasaron de 42 mil la semana anterior a 34.862 en esta última. Llegaron a ser 64 mil hace apenas un mes. La explicación está en que con el fin de las vacaciones bajaron fuertemente los turistas que pasaban por los diferentes centros a realizarse el hisopado. Sin embargo, quedó demostrado que existe la capacidad para testear a mayor ritmo.
En el territorio porteño, esta semana, bajaron los casos confirmados, aunque levemente. Pasaron de 4.851 a 4.714, una cifra más alta todavía que la de hace dos semanas (4.565). La mala noticia, emparentada con la fuerte baja en los testeos, es que volvió a subir la positividad por segunda semana consecutiva. La Ciudad había logrado tener dos semanas seguidas una positividad inferior al 10%, pero subió al 11,5%, primero, y al 13,5%, ahora.
Tasa de incidencia
General Rodríguez y Luján fueron esta semana los dos municipios del AMBA con mayor tasa de incidencia. En General Rodríguez se confirmaron 170 casos nuevos cada 100 mil habitantes, mientras que en Luján, 163. Recién después quedó la Ciudad, con 153 casos cada 100 mil.
General Rodríguez, precisamente, es el distrito que mayor porcentaje de aumento de casos tuvo: un 59% más que siete días antes. Berazategui (33%) y Escobar (25%) la siguen en la velocidad de aumento. Rodríguez fue, además, el municipio que más aumentó la cantidad de testeos de una semana a otra (19%).
El listado de distritos con mayor tasa de incidencia lo completan Pilar (149), Ituzaingó (147), Lanús (133), Berazategui (126), Morón (124), Escobar (124) y Quilmes (122). El promedio del AMBA estuvo en 99,5 casos cada 100 mil habitantes.
En el lado opuesto, el de los distritos con menos incidencia de casos nuevos, estuvieron General Las Heras (46 cada 100 mil), La Matanza (54), Malvinas Argentinas (70), José C. Paz (75), Ensenada (78), Merlo (85), San Fernando (88), Moreno (89), San Vicente (89) y Florencio Varela (90). Una vez más, ocho de esos diez municipios están en el top ten de los que menos incidencia de testeos semanales tuvieron. Y todos con una positividad superior al 20%. Para contener lo más posible una segunda ola aumentar la cantidad de testeo para rastrear los casos asintomáticos se vuelve cada vez más imperioso.
GZ/MC
