En la recta final de la campaña, Cristina Kirchner desembarcó en La Matanza para apuntalar a su candidato a diputado nacional, Martín Insaurralde, la carta que juega para ganar la provincia de Buenos Aires. Lo hizo acompañada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli –a quien le hizo varios guiños– y por parte de su gabinete.
El distrito conducido por Fernando Espinoza, anfitrión del encuentro, tiene 1,7 millones de habitantes, y un padrón codiciado por todas las fuerzas políticas. Durante su discurso, la jefa de Estado asestó un golpe al rival del FpV, Sergio Massa, cuando mencionó que las cosas no salen sólo por ser “un gran gestor”. “¿Saben qué? Si no nos plantamos como nos plantamos con la deuda externa, minga que alguien va a poder hacer algo en nuestro país”, disparó CFK. Y añadió que, si no fuese por el crecimiento económico que impulsó la gestión K, nadie podría haber gestionado bien.
La Presidenta remarcó los logros de los diez años de kirchnerismo y minimizó la inflación. “Si todo se lo come la inflación, y no hay que ser economista para entenderlo, ¿cómo hacen para viajar y comprar casas?”, se preguntó.Cristina atacó al Grupo Clarín por instalar denuncias de corrupción en la previa a una elección. La Presidenta también desafió al fiscal (Jorge Di Lello) que investiga si violó la veda electoral: “No tengo miedo”, dijo.
Insaurralde, por su parte, aseguró que el kirchnerismo no irá por un tercer mandato de Cristina.