La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mostró hoy un grado sensiblemente menor irritación polítca que la semana anterior, aunque su discurso por el Día de la Mujer dejó un par de perlas: confundió el término "doméstico" como algo proveniente del verbo domesticar, cuando en realidad es a la inversa y dio por sentado que la escena de tribuna futbolera que se desarrolla en "El secreto de sus ojos" sucedió en la de cancha de Racing (como se sostiene en la ficción) cuando en realidad se mostró en numerosas ocasiones que se filmó en la cancha de Huracán
La Mandataria comentó el orgullo que sintió "cinéfila", por el Oscar que ganó anoche la película de Juan José Campanella, aunque su confusión entre las canchas de Racing y Huracán motivó varias sonrisas. La escena de la cancha de Huracán, vale destacarlo, es considerada como el mayor desafío que debieron sortear Campanella y su gente, no solo porque empalma el plano que se viene acercando desde un helicóptero con una cámara grúa que se "mete" en la tribuna, sino porque luego se le agregaron efectos por computadora para que el partido pareciera jugarse con tribunas repletas.
Ese partido, obviamente, nunca existió -ese año Huracán le ganó 5 a 0 a Racing en horario diurno- la cancha no tenía aún las remodelaciones lumínicas y de plateas que se observan en la película y la escena se desarrolla en 1973, el año en que el equipo de César Luis Menotti salió campeón.
Luego, cuando la Presidenta se refirió al "personal doméstico", figura que una nueva legislación será cambiada por la de "personal de casas particulares" como si quienes colaboran con el aseo de locales pudieran quedar afuera de la misma, explicó que la palabra "doméstico" venía de "domesticar", como algo proveniente del mundo animal.
Sin embargo, "doméstico" remite a "domus", que en latín significa "casa" y, en todo caso, el verbo "domesticar" que asimila a los animales a los entornos humanos proviene de "doméstico" y no al revés. También pidió perdón por utilizar la palabra "encontrable", a la que definió como un "neologismo", cuando los adjetivos que terminan en "able" se construyen a partir de un verbo.