Cristina Kirchner participará de la última cumbre internacional hemisférica de su mandato presidencial este fin de semana. La mandataria partió ayer a las 16 desde la base militar de Aeroparque rumbo a Panamá, donde se desarrolla la VII Cumbre de las Américas. La visita será breve porque prevé volver al país hoy, tras el primer día de debates con los mandatarios de la región.
Su participación de la cumbre en medio de un fuerte cruce con el Reino Unido por la cuestión de Malvinas por los anuncios de inversiones militares británicas, la explotación de petroleo y la trama de espionaje que involucra también a los Estados Unidos, porque los documentos secretos mostraban que la Inteligencia de ese país ayudó a sus aliados europeos. La importancia del reclamo sobre el archipiélago quedó demostrada porque acompañó a la Presidenta el secretario de Asuntos relativos a las islas Malvinas, Daniel Filmus.
Antes del arribo de la mandataria, el canciller Héctor Timerman confirmó ayer que el espionaje será denunciado en la cumbre. “No se puede aceptar que países más poderosos, considerados potencias, invadan ilegalmente nuestras comunicaciones, los temas que hacen a la República Argentina”, indicó el ministro.
“Evidentemente, Gran Bretaña no está presente en esta cumbre, pero sí seguramente vamos a hablar en el discurso de la no aceptación y el rechazo total y absoluto a la injerencia de las potencias extranjeras en los asuntos internos de nuestros países”, declaró Timerman, y agregó: “En este sentido, toda América Latina y el Caribe están unidos porque no se puede aceptar que países más poderosos, considerados potencias, invadan ilegalmente nuestras comunicaciones, los temas que hacen a la República Argentina”.
Por el momento, no hubo recriminaciones directas a Estados Unidos, a pesar de que los programas de espionaje que mostraron los documentos filtrados por el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden, integran a ese país, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Otro tema caliente de la relación con la gestión de Barack Obama fue el duro intercambio que motivaron las críticas realizadas por la subsecretaria para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Roberta Jacobson, quien dijo que la economía argentina está “en muy mala forma”.
Tras una fuerte reacción de la Cancillería argentina, la funcionaria intentó bajar el tono a la confrontación, pero no se puede descartar que el tema surja en las intervenciones de la Presidenta.
El lema del encuentro hemisférico, del que participarán 35 jefes de Estado y Gobierno, es “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas”.
La agenda prevista para la cumbre incluye temas como el combate a la pobreza, la cooperación en distintas áreas –salud, educación, y el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática–. Sin embargo, los temas políticos más candentes serán el acercamiento de los Estados Unidos a Cuba y el enfrentamiento de la principal potencia regional con Venezuela, que motivó sanciones a líderes políticos locales.
Sobre la disputa entre Venezuela y Estados Unidos Timerman declaró ayer que “el gobierno argentino ya lo dijo a través de la Cancillería, Unasur, Mercosur y Celac: creemos que Estados Unidos debe derogar esa orden ejecutiva”.